Unas 250 familias de los barrios El Faro y Las Camelias -ubicados en inmediaciones de la laguna Don Tomás- pidieron públicamente este martes por la tarde a las autoridades de la municipalidad de Santa Rosa por el servicio de agua potable. En las viviendas -algunas construidas hace casi 20 años- tienen perforaciones, pero sacan agua con flúor, arsénico y hasta con la bacteria Escherichia coli.
Un grupo de 40 vecinos -con integrantes de la Comisión Vecinal de El Faro, a cargo de Romina Capello- se reunió a las 16 horas de hoy en la esquina de Juana Azurduy y Felice -en el ingreso al barrio, donde se está realizando una obra de asfalto- para exponer su reclamo a la prensa.
Según contaron, ya desde el 2016 han acelerado el reclamo a la intendencia. “Este pedido ya lo hicimos al entonces intendente Leandro Altolaguirre y al actual Luciano di Nápoli. También a los concejales. Todos nos dicen que tenemos razón: que debemos tener agua, pero mientras tanto estamos esperando”, contaron. “Dicen en la municipalidad que no tienen dinero para la magnitud de la obra”.
Necesitan, en principio, un proyecto para luego avanzar con el financiamiento. Estiman que el dinero, frente a las alicaídas arcas comunales, deberían aportarlo Provincia o Nación.
Dijeron que, en un Plan Director de Saneamiento -que luego se “cayó”-, se había avanzando en una iniciativa para construir una cisterna que abasteciera a El Faro, Las Camelias, Inti Hué y otros sectores. “Otra alternativa es sacar agua para el barrio desde un caño que llega a la esquina de Felice y Altolaguirre, desde Villa Parque”, acotaron otros vecinos.
Lo cierto es que pasan los años y los vecinos y las vecinas aún esperan.
En todas las casas tienen perforaciones. “Hemos hecho análisis y esa agua no se puede tomar. Algunos toman, seguramente por desconocimiento”, dijeron. “No nos podemos lavar los dientes ni bañarnos con agua contaminada”.