Tarea Fina, una de las piezas musicales más icónicas de la obra de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, tiene la peculiaridad de ser la única creación del grupo que cuenta con la voz de una armónica. A 32 años de aquel lanzamiento, Luis Robinson, el músico que interpretó la idea de Carlos Indio Solari y Skay Beilinson, contó cómo fue el proceso de grabación y cómo se dio la posibilidad de colaborar con Los Redondos.
El tema fue lanzado en octubre de 1991, en el álbum La Mosca y La Sopa, quinto soporte musical de la agrupación, aunque no se registró en el casete de la época y sólo integró el formato en CD. Grabada en los estudios Del Cielito, la canción ocupa el track seis de una lista de diez que incluye clásicos como Salando Las Heridas, Blues de la Artillería, Toxi Taxi, Mi Perro Dinamita o Un Poco de Amor Francés.
Era el invierno del aquel año de inicios de los ’90 y por el amplio complejo del estudio de grabación, con doce salas de ensayo, desfilaban en ese entonces diferentes agrupaciones musicales entre las que sobresalían Memphis La Blusera, Alakrán, La Renga, Mississippi o Los Redonditos.
Robinson, quien precisamente formó en los ’80 la Mississippi Blues Band, reveló que ensayaban juntos con Los Redondos y esa situación fue clave para que lo convocaran a grabar con la banda contracultural originaria de La Plata. “Corro con el caballo del comisario en eso: es el único tema de la discografía de Los Redonditos que tiene armónica participativa”, resaltó orgulloso el armonicista, aunque enseguida hizo la salvedad con Nueva Roma, otra de las canciones del disco, donde el saxofonista Sergio Dawi también aporta “muy bien” el sonido del instrumento, pero con “una nota nada más”. “Acá tuve que colorear el tema y rematarlo”, diferenció.
“Se grabó con tres armónicas porque la estructura de la canción te obliga, en las partes que me dejaron, a tocar en un tono e improvisar un poco, tocar en otro e improvisar otro poco y, sobre un acorde final, decir alguna ‘frase’”, explicó el artista, de reciente paso por Santa Rosa donde deleitó al público con su espectáculo de blues.
Desde Capital Federal le comentó a Diario Textual que esas tonalidades no se pueden resolver con una sola armónica. “No fue caprichoso, sino que armé algo relacionado a lo que el tema pedía”. Y sobre la composición del remate detalló que tiene un ‘laburito’ en Do Mayor que lo hizo en segunda posición, denominada en la jerga, armónica de Fa, luego pasan uno o dos compases a Sol, que hizo en armónica de Do, y al final termina en un acorde, sobre cuyo tono en armónica de Re colocó una ‘frasecita’ muy breve. “Esto fue producto de lo que trabajé para la obra. Los que sabemos tocar armónica de blues no podemos hacer este tipo de canciones con una armónica diatónica, la pequeña de diez celdas de uso blusero, porque se complicaría”, advirtió. “Por esa razón fui tocando dentro de la misma línea melódica con distintas armónicas para que no resulte disonante”.
Luis “Mississippi” Robinson, tal como aparece en los créditos del disco, es un reconocido armonicista y productor de giras orientado hacia el rock y el blues que continúa en pleno desarrollo de su carrera. El tiempo pasó, pero aún sigue teniendo contacto con los músicos de Los Redonditos e incluso suele disfrutar de charlas con el Indio y también de algún concierto de Skay, vocalista y guitarrista de Los Redondos, respectivamente. “No tengo fotos de la grabación y el recuerdo lo tengo guardado todo acá adentro, en el corazón”, expresó. “Viste cómo eran Los Redondos, que no aparecían en ningún lado, por esa razón no contaban con un fotógrafo pese a tener los recursos. La cierto es que fue una hermosa experiencia que me hayan tenido en cuenta para aportar mi música”, concluyó.