Ante la disparada de la inflación y del dólar, el Banco Central finalmente resolvió subir la tasa de interés al 133% anual, en un intento por evitar también el desarme de plazos fijos.
La tasa de interés rompe así todos los récords, ya que equivale a una efectiva que es la «máxima del siglo», explicó en analista financiero Salvado Vitelli. Así, la Tasa Efectiva Anual (TEA) trepa a 254,8%.
Especialistas estiman que los intereses que paga el BCRA subirán ahora a la zona de $2,4 billones mensuales, informó la agencia NA.
Simultáneamente y en pos de reforzar el incentivo al ahorro en pesos, el BCRA elevó la tasa de interés mínima garantizada sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 133% (11% tasa efectiva mensual) para las imposiciones a 30 días hasta 30 millones de pesos. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima efectiva mensual garantizada se establece en 126%.
En septiembre, la tasa de inflación mensual se ubicó en 12,7%, impulsada por el arrastre estadístico de la aceleración de precios que tuvo lugar en agosto, luego de la recalibración del tipo de cambio oficial.
Los indicadores de alta frecuencia continúan reflejando una desaceleración del ritmo de incremento del nivel general de precios desde el pico de la tercera semana de agosto, y sugieren que la inflación mensual mostraría una desaceleración significativa en octubre.
La autoridad monetaria considera conveniente incrementar la estructura de tasas de interés de la economía para consolidar esta tendencia, acotar la volatilidad financiera observada durante el período electoral y favorecer la acumulación de reservas internacionales.
La política de tasa de interés del Banco Central busca propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, con el fin de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria.
El BCRA continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas de interés y de gestión de la liquidez.