Por quinto domingo consecutivo desde el feroz ataque del grupo terrorista Hamas a Israel del 7 de octubre, el papa Francisco volvió a urgir el fin de la violencia, reclamó la liberación de los rehenes, que llegue ayuda a Gaza -donde la situación es “gravísima”- y se mostró especialmente conmovido por la muerte de miles de niños.
“Sigo pensando en la grave situación en Palestina y en Israel, donde muchísimas personas han perdido la vida. Les ruego, deténganse, en nombre de Dios: ¡que cese el fuego!”, imploró, desde la ventana del despacho del Palacio Apostólico, después de la tradicional oración mariana dominical del Ángelus.
El papa Francisco ya había hecho el mismo reclamo hace una semana, pero este domingo, cuando se cumplen 30 días de guerra, el llamado fue más contundente.
“Auspicio que se exploren todas las vías para que se evite absolutamente una ampliación del conflicto, se puedan socorrer los heridos y llegue la ayuda a la población de Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima”, también pidió Francisco, que reclamó, además, que se liberen “enseguida” los cerca de 240 rehenes capturados por Hamas, entre los cuales “también hay muchos niños”, destacó. “¡Que vuelvan a sus familias!”, pidió.
“Sí, pensemos en los niños, a todos los niños involucrados en esta guerra, así como en Ucrania y en otros conflictos: así se está matando su futuro. Recemos para que tengamos la fuerza de decir ‘basta’”, agregó, evidentemente conmovido, consignó el diario La Nación.