Una mujer que vive en un campo en el oeste pampeano mandó a castrar a un perro, llamado Ducky, porque estaba en celo con su perra.
Ahora Carlos Espínola, juez de Control, hizo lugar al pedido de la Fiscalía y la mujer deberá costear los gastos de veterinaria.
El hecho de maltrato animal fue denunciado en el oeste pampeano. Tuvo lugar en un campo ubicado entre las rutas provinciales 25 y 14, entre Algarrobo del Águila y La Humada.
La dueña de un perro raza Border Collie macho denunció que una mujer –del puesto vecino– mandó a castrar a cuchillo y sin los recaudos de higiene e intervención quirúrgica al perro porque estaba en celos con su perra.
Por su parte, la fiscal María Nemesio manifestó que la reparación consistió en abonar los gastos del servicio médico veterinario por las heridas que sufrió el can al momento de la castración a cuchillo.
La audiencia se llevó a cabo en la mañana del miércoles vía Zoom. Participó el juez de Control, Carlos Espínola, la fiscal María Nemesio del Ministerio Público Fiscal de la IV Circunscripción y la defensora Pública María Soledad Trímboli.
En Argentina, la Ley 14.346 de Maltrato Animal considera actos de crueldad:
1° Practicar la vivisección con fines que no sean científicamente demostrables y en lugares o por personas que no estén debidamente autorizados para ello.
2° Mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de piedad.
3° Intervenir quirúrgicamente animales sin anestesia y sin poseer el título de médico o veterinario, con fines que no sean terapéuticos o de perfeccionamiento técnico operatorio, salvo el caso de urgencia debidamente comprobada.
