Corea del Norte anunció que ha vuelto a probar su dron submarino nuclear capaz de generar tsunamis radiactivos, en respuesta a los ejercicios militares conjuntos que realizan Washington, Tokio y Seúl.
El Ministerio de Defensa norcoreano dijo haber realizado “una importante prueba” de su sistema de armas nucleares submarinas Haeil-5-23, y que se estaría desarrollando en el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas).
La respuesta del Norte se produce después de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, y que Pyongyang considera una “causa de desestabilización” aún mayor de la situación regional.
“Nuestra postura de contraataque basada en armas nucleares submarinas se está perfeccionando aún más y sus diversas acciones de respuesta marítima y submarina continuarán disuadiendo las maniobras militares hostiles de las armadas de los Estados Unidos y sus aliados”, dijo la nota del Ministerio de Defensa difundida hoy por la agencia estatal de noticias KCNA.
En dicho texto, Pyongyang también advierte a Washington y sus aliados sobre “las consecuencias catastróficas que acarrearán” y dice que “no tolerarán la confrontación imprudente militar de los enemigos”.
Corea del Norte ya había probado este tipo de arma en tres ocasiones en marzo y abril de 2023 y se refirió a ella entonces como Haeil-1 (Tsunami-1 en coreano) y Haeil-2 (Tsunami-2), por lo que el Haeil-5-23 podría en este caso ser una nueva versión del sistema.
Este nuevo sistema armamentístico es “esencial para disuadir la evolución de las varias acciones militares enemigas, eliminando amenazas y defendiendo a Corea del Norte”, y “se convertirá en el potencial militar superior de nuestras fuerzas armadas”, añade la nota.
Algunos expertos han puesto en duda que Pyongyang pueda tener ya en condiciones operativas un arma de este tipo, que sería capaz de generar un tsunami radiactivo para golpear flotas y puertos enemigos, al igual que el torpedo ruso Poseidón, cuyas capacidades reales plantean también incógnitas.
La nueva prueba se produce después de que Corea del Sur, Estados Unidos y Japón realizaran maniobras navales conjuntas en aguas del sur de la península, que incluyeron la participación de un portaaviones estadounidense de propulsión nuclear, y que respondía al reciente lanzamiento de prueba de un nuevo misil hipersónico por parte de Corea del Norte.