La ONU advirtió que un cuarto de los palestinos de Gaza está al borde de la hambruna y que casi toda la población necesita alimentos urgentemente, lo que derivó en ataques contra camiones con ayuda y saqueos, en medio de nuevos ataques israelíes y con la cifra de muertos a punto de superar los 30.000 pese a gestiones en pos de una tregua.
La madrugada de este miércoles, el Ejército israelí volvió a bombardear la sureña ciudad de Khan Yunis, epicentro actual de la ofensiva y escenario de combates callejeros; la todavía más sureña Rafah, que Israel se prepara para invadir también por tierra, y el barrio de Zeitun de la norteña Ciudad de Gaza, informaron residentes y el grupo islamista palestino.
El Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas en la Franja de Gaza dijo que por lo menos 29.954 palestinos, sobre todo mujeres, adolescentes y menores, murieron en ataques israelíes desde el inicio de la ofensiva, que está en su quinto mes, y que más de 70.000 resultaron heridos.
Entre los muertos figuran 76 palestinos cuyos cadáveres fueron llevados a hospitales de Gaza en las últimas 24 horas, dijo el ministerio.
En Israel, en tanto, el Ejército anunció por su lado la muerte de otros dos soldados en combates con Hamas en Gaza, lo que eleva el total a 242.
La ofensiva israelí, considerada la más devastadora de la historia reciente, ha dejado en ruinas extensas partes de la franja costera, destruido aún más su ya de por sí empobrecida economía, obligado al 85% de los gazatíes a abandonar sus hogares y provocado una escasez de productos vitales, incluyendo agua y alimentos.
Funcionarios de los organismos humanitario y para la alimentación de la ONU pintaron un panorama terrible: los 2,3 millones de habitantes de Gaza enfrentan niveles críticos de inseguridad alimentaria, y el orden público está colapsando, sobre todo en el norte, donde los alimentos y otros recursos humanitarios son muy escasos.
Por más sombría que sea la situación actual, el coordinador humanitario de la ONU, Ramesh Ramasingham, dijo al Consejo de Seguridad, el máximo órgano de Naciones Unidas, en Nueva York, que “hay muchas posibilidades de que se produzca un mayor deterioro”, informó la agencia de noticias AFP.
Agregó que una cuarta parte de la población de Gaza, es decir unos 576.000 palestinos, están al borde de la hambruna, y que uno de cada seis niños menores de dos años residentes en el norte de Gaza sufre “desnutrición aguda y emaciación”, es decir la forma más visible y letal de la desnutrición, con cuerpos demacrados.
El subdirector ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Carl Skau, dijo que ese es “el peor nivel de desnutrición infantil en cualquier parte del mundo”.
El subdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Maurizio Martina, describió el terrible estado de las tierras de cultivo, los invernaderos, las panaderías y los sistemas de riego que son esenciales para producir, procesar y distribuir alimentos.
Desde el 9 de octubre -dos días después de los ataques de Hamas- “el bloqueo reforzado del Gobierno de Israel ha incluido detener o restringir el suministro de alimentos, electricidad y combustible, así como bienes comerciales”, dijo.
Esto ha afectado de diferentes maneras a toda la cadena de suministro de alimentos, afirmó Martina.
Como ejemplo, dijo, las severas restricciones a los envíos de combustible están paralizando el suministro de agua y el funcionamiento de las plantas desalinizadoras, con el suministro de agua a sólo el 7% de los niveles anteriores a octubre.