Intendentes e intendentas, especialmente de las localidades más grandes, ya le avisaron al gobernador Sergio Ziliotto que no van a poder seguir el ritmo de los aumentos a los estatales. Se descuenta que próximamente, como ya deslizaron, comenzarán a desengancharse de los incrementos salariales que otorgue Provincia.
Los más complicados son Santa Rosa y General Pico. En el caso de la capital provincial llegó a duras penas a pagar con recursos propios el último aumento del 20%, pero desde la comuna ya advirtieron que no tienen la espalda suficiente para aguantar más incrementos.
En General Pico la situación es similar. La intendenta Fernanda Alonso dijo a Diario Textual que todavía no pidió auxilio a Provincia para afrontar el 20%, pero ya avisó que no sabe hasta dónde podrá sostener el ritmo de las subas salariales. “Aun no le hemos pedido ayuda”, contó la jefa comunal.
Ayer, en diálogo con Infopico, presentó un panorama complicado. “Se lo hemos planteado directamente al gobernador, porque esto de seguir con la lógica de la paritaria provincial, es un esfuerzo enorme, y lo que le pedimos es que cada vez que él lleva adelante una propuesta, también se contemple las situaciones de los municipios”, dijo Alonso.
“Vamos a ir viendo exactamente cuáles son los recursos, y en función de esos ingresos, otorgar o no la posibilidad de un aumento, de un beneficio”, agregó.
Toay es otro de los municipios con dificultades para seguir el ritmo de aumentos de Provincia. El intendente Ariel Rojas dijo que el pago del 20% implicó “un gran esfuerzo” para el municipio, pero las finanzas no están en condiciones de soportar, por ahora, más incrementos.
Otros municipios, como Victorica, pagó el 20%, pero recortando horas extras o derivando a salarios fondos que iban a destinarse a otros fines.
“Si los aumentos que vienen son moderados, podremos seguir acompañando. En nuestra zona comienza la época de mejores ingresos por las guías de hacienda, esto nos permite estar en mejor condición. Pero esa plata que normalmente destinábamos a obras, ahora van a cubrir los aumentos con lo cual es posible que en eso se note el freno”, advirtió el jefe comunal victoriquense, Hugo Kenny.
General Acha, en tanto, también abonó el 20%, pero esperan un escenario más complejo para los próximos meses producto del agravamiento de la situación social como consecuencia, entre otras cosas, de la paralización de obras.
En Intendente Alvear la situación es complicada. “La verdad es que está muy difícil pagar los sueldos”, dijo la vice a cargo de la intendencia, Agustina García.
Las comunas más pequeñas están un poco más holgadas por la poca cantidad de empleados que tienen, pero los jefes comunales ya empezaron a hacer cuentas y hablan de suavizar los aumentos salariales para no comprometer las finanzas municipales.
“Por el momento hemos podido acompañar tanto los aumentos como el pago del bono, adhiriendo a lo planteado por el gobierno provincial. Pero con el paso del tiempo y si la situación actual no mejora, se nos va a empezar a complicar como calculo a todos los municipios”, dijo a este diario digital el intendente de Miguel Riglos, Lautaro Calzado.
El 21 de marzo está prevista una nueva reunión de la paritaria estatal para analizar la situación salarial y definir nuevos aumentos. El panorama pinta complicado: es que los gremios rechazaron el 20% que otorgó el Gobierno por considerarlo insuficiente y analizan un paro si no les reconocen el 38% de noviembre-diciembre del año pasado para poder cerrar la pauta salarial de 2023. Además, reclamarán un incremento por la inflación del primer trimestre de este año.