Hay preocupación por la comercialización de carne de cerdo brasileña que utiliza un fármaco sin los avales pertinentes en la industria argentina, el cual se utiliza para el crecimiento del animal. La advertencia del uso de ractopamina llegó por parte de la Cámara de Productores Porcinos luego de la habilitación para importaciones de alimentos.
José Dodds, presidente de la cámara que congrega a productores de cerdo en nuestro país, advirtió por la utilización de este producto. “Es un fármaco que mejora 15% la producción. Acá está aprobado pero no se puede usar porque el Senasa nunca hizo el seguimiento necesario”, dijo.
Principalmente, el ojo está puesto sobre la bondiola, un corte de cerdo que se importa desde Brasil por el bajo costo que tiene, ya que allí no se consume al mismo nivel que acá. En la Argentina, este producto es uno de los preferidos, por lo que la liberación para importaciones genera alarma en los productores locales, no solo por la competencia que genera, sino también por la utilización del fármaco.
Aunque se encuentra habilitado, los productores alertas sobre este fármaco ya que el Senasa no tiene el seguimiento pertinente para la habilitación de su uso. Este reclamo va de la mano de que es un aditivo alimentario que promueve el crecimiento de la masa muscular, junto con una reducción de la grasa del ganado.
Utilizado en muchos lugares del mundo para la producción bovina, ovina y avícola, está prohibido también en otros tantos por preocupaciones en torno a la seguridad alimentaria y el bienestar animal. En la otra vereda, los que utilizan la ractopamina, se basan en los beneficios productivos que trae este aditivo al agregar masa muscular a los animales.
A pesar de ese crecimiento muscular, detallan que su utilización no solo afecta a los tejidos de los músculos tal como se entiende ampliamente, sino también al tejido liso de los órganos de los animales, cómo también en el corazón. Esto podría tener efectos adversos sobre la salud del animal, pero también se sospecha que podría afectar a sus consumidores.
Entre los países que se encuentra aprobado su uso, se incluyen Estados Unidos, Canadá y Brasil, mientras que se encuentra prohibido en la Unión Europea, China y Rusia, entre otros. Estas diferencias de habilitación entre los distintos países generan problemas a la hora del comercio internacional de los derivados de la producción ganadera.