Integrantes del Desayunador de Villa Germinal denunciaron que el supermercado La Anónima hace “prácticas discriminatorias” a vecinos de Santa Rosa que pretenden pagar con la tarjeta Alimentar y pidieron, además, una canasta social para que puedan acceder los sectores más vulnerables.
La protesta de los integrantes del conocido desayunador, junto a otros militantes sociales, se desarrolló cerca del mediodía en el supermercado ubicado en Pilcomayo -rodeado de barrios populares y a unas diez cuadras de Villa Germinal-. En rigor, fueron a entregar una nota bajo la consigna “El hambre es el límite”, pero -según contaron por las redes sociales- nadie la recibió.
La manifestación fue seguida de cerca por la Policía: estuvo en el lugar el Grupo GEO.
Uno de los cuestionamientos tiene que ver con la supuesta discriminación en la compra con las tarjetas Alimentar. “Se le pone límite de los productos que pueden comprar las personas beneficiarias de la Tarjeta Social Pampeana (Alimentaria), como pañales, artículos de limpieza e higiene personal, yerba, entre otros”, contaron.
La siguiente es la nota que pretendían dejar en el comercio de la familia Braun:
“Por la presente, desde el Desayunador Comunitario de Villa Germinal, tenemos el agrado de dirigirnos a ustedes a fin de contarles nuestra preocupación como organización social y territorial que funciona hace más de 20 años en el norte de nuestra ciudad. En este sentido, venimos trabajando y analizando la constante suba de precios en alimentos básicos de la canasta familiar, elementos de higiene personal, de limpieza, entre otros. La situación social se agravó en los últimos meses con la asunción del nuevo gobierno nacional y sus perjudiciales políticas económicas.
Como parte de las actividades que realizamos, hemos elaborado una serie de encuestas entre las personas que se acercan a la organización todos los sábados a buscar la vianda que entregamos de manera semanal desde la pandemia COVID-19. Los resultados que arrojaron son desesperantes. De dicha encuesta surgen datos como, por ejemplo; que casi el 90% de las personas que buscan la vianda son mujeres, que de aquellas personas varias habitan en una misma casa de forma hacinada, que prácticamente nadie tiene acceso al trabajo registrado, muy por el contrario el 50% vive de “changas”.
También surge de las encuestas que cada vez menos familias pueden hacer una compra mensual, (la llamada “compra grande”) y quienes la realizan, al igual que quienes hacen compras diarias, recurren en su mayoría a los grandes supermercados debido a la posibilidad de acceder a ofertas y promociones.
Cada vez menos concurren a las despensas de barrio o comercios de cercanía, pues prefieren recorrer largas distancias en busca de mejores precios. Este ítem, nos sirvió de disparador sobre cuál es el rol de los Supermercados en un contexto de crisis social y económica como la que vivimos. En estos momentos de constantes medidas antipopulares nos preguntamos qué sucede con las ganancias de estas grandes empresas, pues son formadoras de precios, cuentan muchas con frigoríficos propios, propias panificadoras e incluso fábricas de lácteos y alimentos en general.
Acaso, ¿no corresponde pensar en estos tiempos en el concepto de Responsabilidad Social Empresarial? ¿No deberían asumir el rol central en garantizar la seguridad e integridad alimentaria de quienes generan sus ganancias? Se vieron beneficiados con la derogación de las leyes de góndolas y de abastecimiento. Sus últimos balances mostraron crecimientos descomunales por más de 30.000 millones. Recordamos que en una entrevista allá por 2008 Federico Braun, presidente de La Anónima, al ser consultado sobre qué sucedió durante la hiperinflación alfonsinista, contestó: ‘Para nosotros, la inflación fue un momento muy positivo. La inflación creciente, la hiper-inflación desembocó en esa crisis. Pero para un supermercado que paga a los 60 días y vende al contado, yo decía ‘no era un rey, era un emperador’, porque nuestro balance en el 86, 87, 88, con inflación creciente, fue espectacular’.
Por todo lo expuesto es que consideramos pertinente que La Anónima:
– Adecúe los precios de los productos a la realidad existente y/o garantice una canasta básica a precios justos para los sectores no beneficiados por las políticas económicas nacionales.
– No al límite de los productos que pueden comprar las personas beneficiarias de la Tarjeta Social Pampeana (Alimentaria), como pañales, artículos de limpieza e higiene personal, yerba, entre otros.
– Aporte en el sostenimiento alimentario de algunos de los varios desayunadores, comedores y merenderos que funcionan en la zona norte de la ciudad.
Sin otro particular, saludamos atentamente-.
Vecinas y vecinos de Villa Germinal”.