El dólar blue continúa con su racha alcista y avanzó 60 pesos en el inicio de la semana para cotizar a $1.150 para la compra y $1.180 para la venta. Es la mayor suba diaria desde el 9 de enero.
Luego de la baja de tasas de la semana pasada y la proyección de una supuesta inflación en el orden de un dígito para mayo, parece haber sido la señal en la city para que los ahorristas comiencen a dolarizarse al no encontrar rendimientos interesantes en pesos.
En lo que va de mayo, la divisa paralela sale del letargo y gana 140 pesos (13,5%). Por lo que sería el primer mes del año que da un rendimiento positivo contra la inflación.
No obstante, el billete acumula un aumento en 2024 de 15,12% contra una inflación que al 30 de abril era de 65%. Si se observa los últimos 12 meses el cálculo es aún peor. El dólar “blue” se encareció un 142,8%, contra una inflación interanual en torno al 290 por ciento.
El valor del billete en el Banco Nación es de $907,50 y en el promedio de los bancos es de $927,13. La brecha entre el blue y el oficial es de 32,7%.
Operadores dijeron a Reuters que el mercado presentó una marcada falta de oferentes de la divisa por lo que los valores buscan adecuase a la demanda, en una plaza de escaso volumen que sufre de mucha volatilidad por este motivo.
Según publicó Infobae, en base a operadores de la city, estas son las cuatro principales causas de la suba:
1) Recorte de tasas. Detrás de la suba del dólar libre está el nuevo recorte de las tasas de referencia del Banco Central, dado el decidido sendero de reducción de la inflación, en particular la inflación núcleo, en 6,3% durante abril. Tasas más bajas -y negativas en términos reales- desincentivan las colocaciones en pesos e, indirectamente, aportan más liquidez a la demanda de divisas.
Con la llegada de Javier Milei a la Presidencia de la Nación, el Banco Central interviene en la plaza mayorista con un tipo de cambio interbancario regulado bajo el llamado crawling peg o devaluación gradual del 2% mensual, frente a una inflación descendente pero aún en niveles elevados, tal como se dio con el 8,8% en abril.
2) Atraso relativo a la inflación. Hay que subrayar que el dólar libre vino perdiendo terreno contra la suba de la inflación durante muchos meses. En 2024 la divisa informal sostiene una ganancia de 155 pesos o 15,1%, contra una inflación que se acercó al 70 por ciento. Y en una comparación interanual, el dólar “blue” registra una ganancia de 142,8%, desde los $486 del 19 de mayo del año pasado, contra una inflación interanual en torno al 290 por ciento.
3) Más pesos en la economía. Por otra parte, la demanda por el dólar libre se nutre de la liquidez en la economía. Sabido es que el Gobierno se propuso “secar de pesos” la plaza financiera y estabilizar la Base Monetaria, pues si la cantidad de dinero con el que funciona la economía deja de crecer, la inflación se frena, a la vez que las presiones devaluatorias.
En los últimos dos meses -desde mediados de marzo- la Base Monetaria creció en $3,3 billones o 30,5%, desde los $10,8 billones del 12 de marzo a los $14,1 billones del 14 de mayo. Y la circulación monetaria -principal componente de la base- aumentó en $1,6 billón o 20,5%, desde los 7,8 billones a los 9,4 billones de pesos. Al haber más dinero en la calle, también se amplía la liquidez disponible para la demanda de divisas por los canales alternativos al “cepo” oficial.
4) Los dólares del agro se hacen esperar. La presión alcista para el dólar informal se vincula también con lo que sucede con los dólares negociados en la Bolsa, estos últimos también subieron pero a un ritmo más pausado que el “blue”.
Como un 20% de las exportaciones del agro se liquidan en el mercado de valores a la cotización del “contado con liquidación”, que subía a $1.125 -máximo desde el 19 de febrero-, con un mayor ingreso de divisas de las agroexportaciones el “liqui” tiende a estabilizarse, pues la plaza financiera no llega a absorber toda la oferta. Y en sentido contrario, cuando la oferta exportadora es débil los dólares alternativos -incluido el “blue”- tienden a subir. Esto pudo haber pasado este lunes, pues en el mercado mayorista se pactaron apenas USD 218,5 millones, un monto escaso en el período de alta liquidación estacional del agro por las cosechas de soja y de maíz.