La ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” fue aprobada esta madrugada por el Senado, que la modificó en varios puntos y la devolvió en segunda revisión a Diputados. La Cámara baja tendrá ahora la definición de su sanción, ya sea con la ratificación de lo avalado o la insistencia de la versión original.
En concreto, la votación en general del proyecto en la Cámara alta quedó igualada en 36, por lo que desempató la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel. Las adhesiones fueron del oficialismo y gran parte de la oposición dialoguista, mientras que los rechazos vinieron de los 33 legisladores kirchneristas, los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano -pésima estrategia de ambos en las últimas 24 horas-, y el radical y titular del centenario partido, Martín Lousteau.
El oficialismo abrió la sesión de este miércoles con la intervención del senador y presidente previsional Bartolomé Abdala (LLA), quien anunció nuevas modificaciones al dictamen de mayoría para asegurar votos: redujo la lista de empresas a privatizar y confirmó que eliminará el capítulo previsional que eliminaba la moratoria previsional. A última hora, en tanto, en un balbuceo extraño Abdala informó modificaciones al RIGI, al indiciar que se recortaba a los siguientes sectores: Mineria, Energía, Tecnología, Agroforestal e infraestructura.
Abdala, al inicio de la sesión, confirmó que el oficialismo cedería al pedido de quitar de la lista de empresas a privatizar Aerolíneas Argentinas y Radio y Televisión Argentina, mientras que también dejará de lado la intención de privatizar o concesionar el Correo Argentino. De esta manera, en la lista de empresas a privatizar solo quedarán Enarsa e Intercargo, mientras que en las empresa a concesionar permanecen Aysa, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Sociedad Operadora Ferroviera (Sofse).
En tanto, Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA) y Yacimientos Carboníferos Rio Turbio (YCRT), podrán incorporar capitales privados pero con acciones mayoritarias del Estado. Un lugar que ocupó el Banco Nación hasta la negociación en Diputados.
Otro cambio que anunció Abdala fue el de incorporar la prohibición de disolver los organismos vinculados a la cultura como también el de incorporar a la Comisión Nacional de Energía Atómica como organismo excluido de la facultad de intervenir.
En el hemiciclo senatorial, el nerviosismo se reflejaba por el ajustado “poroteo” con el que oficialismo encaró la votación en general. En tanto, fuera del Congreso de la Nación el eje de tensión se dio por los serios incidentes entre las fuerzas de seguridad federales y manifestantes de izquierda y sindicatos afines al kirchnerismo.
Los votos en general
La composición del voto de rechazo contra la ley Bases fue formada por el bloque Unidad Ciudadana, que conduce Juliana Di Tullio (Buenos Aires), y el Frente Nacional y Popular, que lidera José Mayans (Formosa). Ambos conforman un interbloque de 33 senadores a los que se le plegó el bloque santacruceño, que integran José María Carambia y Natalia Gadano, y el radical Martín Lousteau (CABA).
En la vereda del frente, LLA logró aglomerar y sellar 36 voluntades, tras la maniobra de Carambia y Gadano que el martes dieron la sorpresa al romper el piso de 38 votos con el que contaba la Casa Rosada, ya que Lousteau ya había advertido que presentaría su propio dictamen, dejando en claro que votaría en contra del proyecto y defendería su propio texto en la sesión.
Los escaños que apoyaron a LLA vinieron por parte del radicalismo, que aportó 12 votos para la general; seis del PRO; tres de Cambio Federal; uno de Comunidad Neuquén, con la zigzagueante Lucila Crexell; dos del Frente Renovador de la Concordia; uno de Juntos Somos Río Negro; uno de Por la Justicia Social; tres de Unidad Federal; y los siete libertarios. A este número se le sumó el voto de Villarruel para llegar a los 37 contra los 36 opositores.
En particular
Antes de la discusión, el peronista disidente Juan Carlos Romero propuso que la votación fuese por títulos y no por capítulos, lo que aceleró los resultados finales. Veamos las 10 -al final, fueron nueve- definiciones:
-Las declaraciones de emergencias en materias administrativa, económica, financiera y energética por un año, junto a las facultades delegadas, quedó igualada en 35 y volvió a desempatar Villarruel.
En esta votación, el radical Maximiliano Abad lo hizo en contra junto a Lousteau. En tanto, su compañero de bancada Pablo Blanco viró su postura inicial y avaló el texto. Estuvieron ausentes Carambia y Gadano y, de esa manera, ayudaron al oficialismo.
-Después vino la reforma del Estado. Al inicio de la sesión, el presidente provisional de la Cámara alta y titular de la comisión de Legislación General -miembro informante-, Bartolomé Abdala, aseguró que se agregaban en la exclusión de influencias sobre estructura jurídica o reorganización a “aquellos organismos vinculados a la cultura”.
Además, “en los casos de reorganización, modificación o transformación de la estructura jurídica, centralización, fusión o escisión de los organismos relacionados con la ciencia, la tecnología y la innovación, se garantizará el financiamiento para la continuidad de las funciones de dichos organismos en el marco del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030″.
En tanto, se incorporó la “Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como organismo excluido de la facultad de intervenir”. Seguido a ello, Abdala comentó la quita de Aerolíneas Argentinas, RTA y Correo Argentino del anexo relacionado con la posibilidad de privatización.
La votación ocurrió de la misma manera que el título anterior y desempató Villarruel. Como el kirchnerismo lo hizo en contra, sólo salió con mayoría simple -y no con dos tercios- y Diputados podría insistir, con misma mayoría, la reactivación de la versión original. No parece ser la opción que quieren ahora en la Cámara baja.
–Para el título 3, de “Contratos y acuerdos transaccionales”, Abad y Lousteau se sumaron a los votos a favor y el registro quedó 37 a 33. Carambia y Gadano siguieron como los únicos dos ausentes.
Aquí fue importante la modificación explicada más temprano por Abdala, en cuanto a que “se entenderá que resulta económica y financieramente inconveniente para el interés público la suspensión o rescisión de los contratos de obra pública que se encontraran físicamente ejecutadas en un ochenta por ciento (80%) a la fecha de la sanción de la presente ley, o que cuenten con financiamiento internacional para su concreción”.
El texto aclara: “En caso de que dichos contratos se hayan visto suspendidos, su ejecución se reanudará previo acuerdo firmado entre comitente o contratante y contratista, el que deberá ser aprobado por la autoridad competente en razón de la materia y deberá ser suscrito dentro de noventa (90) días desde la publicación de la presente ley”.
-Más que curioso fue el capítulo sobre el empleo registrado. La primera votación quedó igualada en 35. Después, ante la necesidad que desempatara Villarruel, se repitió la compulsa y salió 37 a 35. Esto se dio porque Abad y Blanco rectificaron y lo hicieron por la afirmativa. Lousteau, que había reclamado cambios, jugó a favor.
–En el quinto título, sobre modernización laboral, la oposición consiguió dinamitar el artículo 96, que apuntaba a derogar la ley 14.546, sobre el convenio especial de viajantes (18 versus 52 en contra; dos tercios). El resto se definió 37 a 33 a favor.
–Aquí entró el más que importante título de energía (hidrocarburos, gas natural y legislación ambiental unificada: salió 37 a favor y 33 en contra.
–Previo a los cierres de bloque del debate de la ley Bases, Abdala indicó más cambios para la votación en particular del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), para blindar el articulado y evitar derrotas.
La primera modificación estuvo direccionada al artículo 165: ya no será para “cualquier sector”, sino para “forestoindustria, infraestructura, minería, energía y tecnología” que cumplan con requisitos previstos. No obstante, en la votación en particular, el puntano adhirió “turismo, siderurgia, petróleo y gas”, lo que generó fuertes enojos desde el kirchnerismo, como enfatizó la riojana Florencia López.
En tanto, hubo un gesto para proveedores locales, ya que el compromiso para este caso será “como mínimo el 20% de la totalidad del monto de inversión, siempre y cuando la oferta se encuentre disponible y en condiciones de mercado”.
Otro retoque importante se dio en el artículo 196 -incentivos cambiarios-, sobre el cobro de exportaciones: será de un 20% luego de dos años de iniciada la inversión; 40%, después de tres años; y 100%, a partir de los cuatro años. El título obtuvo 38 adhesiones y 32 rechazos.
-El título previsional se solucionó de manera exprés, debido a que Abdala deslizó más temprano la idea de quitarlo. De esta manera, el Senado descartó la eliminación de la moratoria previsional. Definirá Diputados.
-Cerca de las 2 de la mañana, se inició la discusión sobre el pícaro capítulo relacionado con el tabaco. Por caso, la senadora kirchnerista Carolina Moisés reclamó reinstaurar un nuevo precio fijo ($912) e incrementar el impuesto mínimo al 75%. Luego, hubo otras sugerencias. Diputados aprobó la suba de 70% a 73%. En el Senado no se aceptaron las modificaciones y el artículo quedó idéntico al de la Cámara baja, con 33 votos a favor, 10 en contra y 27 abstenciones. Las últimas fueron de gran parte del Frente de Todos.
–El último título, de disposiciones finales, casi genera una trifulca tras la exigencia de Lousteau de incorporar ítems de su dictamen de minoría, como por ejemplo, una recomposición de los fondos universitarios. Se le respondió que buscaba introducir un tema sobre tablas y no se le concedió dicha posibilidad. La votación terminó con 36 avales, 32 rechazos y una abstención.