Los senadores volvieron a retroceder con un importante aumento que llevaba sus sueldos a partir de este mes a unos $ 9 millones quedando con los descuentos en $ 7,8 millones y acordaron que van a renunciar al enganche que le permitía acceder al incremento acordado en paritaria por los empleados legislativos.
El escándalo estalló este lunes cuando se confirmó una suba de 6,5% en dos tramos para los empleados del Congreso que por una ley aprobada por los senadores se trasladaba a las dietas.
Con esta mejora los sueldos de los senadores iba a pasar de $ 1,9 millones a principios de año a $ 9,8, es decir que aumentaron 5 veces su salario en menos de 9 meses.
Sin embargo, este martes, los presidentes de los bloques acordaron que sacarán una resolución renunciando al aumento, pero también anticipando que dejarán de estar atados al aumento de los legislativos.
La decisión fue conocida luego de que el presidente Javier Milei arremetiera contra los senadores y definiera el aumento como “una burla” y “una traición al pueblo argentino”.
Está no es la primera vez que los senadores deben retroceder con un aumento. Ya lo tuvieron que hacer en mayo cuando producto de lo aprobado en el recinto se plegaron a la suba de 9 % que habían acordado los gremios de los legislativos y que en ese momento llevaba las dietas a $ 8 millones.
Lo cierto es que la tensión por las dietas se vuelve a dar en un momento clave para el Gobierno. La anterior fue cuando se discutía la Ley Bases y ahora en momentos que se está por tratar las nominaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.