En lo que significa un durísimo golpe político para el Gobierno nacional, la Cámara de Diputados alcanzó hoy el quorum en el recinto y rechazó el decreto 256/2024 por el cual el presidente Javier Milei incrementó en $100.000 millones los fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). A último momento y por orden del jefe de PRO, Mauricio Macri, un grupo de diputados de ese bloque dieron quorum en el recinto, lo que revela el estado de tensión entre el oficialismo y su principal bloque aliado. Entre ese lote estuvo el pampeano Martín Ardohain, también presidente del PRO pampeano, que así tuvo que despegarse (momentáneamente) de Milei.
Pese a la fuerte presión que en las últimas horas ejerció el Gobierno sobre gobernadores y sectores de la oposición dialoguista, la sesión especial arrancó con amplia presencia de diputados: 140 diputados dieron quorum. Pocos minutos después, y en un clima de fuerte tensión por el malestar evidente de los libertarios, se propinó el rechazo al DNU con 156 votos afirmativos, 52 negativos y 6 abstenciones.
Al recinto bajaron no solo los convocantes de la sesión – los bloques Encuentro Federal, la Coalición Cívica y el sector del radicalismo más crítico del oficialismo-; también, y como era de prever, se sumaron las huestes de Unión por la Patria y de la izquierda.
A ellos se sumaron cinco diputados de PRO: Alvaro González, Daiana Fernández Morlero, Tito Stefani, Sofía Brambilla y María Florencia De Sensi. Posteriormente se sumó el resto de la bancada. No estuvieron los diputados de Pro que responden a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Una de las mayores sorpresas en el recinto, a la hora de dar quorum, fue la presencia de las libertarias Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta, quienes mantienen un sordo enfrentamiento con las autoridades de su bloque por el escándalo que se desató por la visita de un grupo de diputados de La Libertad Avanza a represores de la última dictadura al penal de Ezeiza.
También aportaron al quorum la mitad del bloque del radicalismo -sin Rodrigo De Loredo, de viaje por Estados Unidos-, lo que revela la fuerte división interna entre dialoguistas y opositores en la bancada.