La concejala de General Pico, Eugenia Forte (UCR), hizo un contundente llamado en defensa de la igualdad de género, al advertir sobre la posible exclusión de mujeres en la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), luego de la postulación desde el Gobierno de Javier Milei de dos hombres: Manuel García Mansilla y Ariel Lijo.
Durante su intervención en el concejo deliberante en la última sesión, Forte expresó su profunda preocupación por la reciente nominación de dos varones para cubrir vacantes en el máximo tribunal, lo que, de concretarse, dejaría al órgano integrado exclusivamente por hombres.
Forte subrayó que la igualdad de género no es solo un principio de justicia social, sino una obligación consagrada en la Constitución Nacional y en tratados internacionales. En su discurso, la concejala recordó que el artículo 75, inciso 22, establece el deber del Estado de promover la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.
“El equilibrio de género en la Corte Suprema no es una opción, sino un mandato constitucional”, afirmó y destacó que, en toda la historia de la Corte, solo tres mujeres han logrado integrarla, lo que refleja una subrepresentación alarmante considerando que las mujeres constituyen el 52,6% de la población argentina, según datos del INDEC.
La nominación de dos hombres para ocupar los cargos vacantes en la Corte sería, según Forte, un retroceso que vulneraría los avances logrados en materia de igualdad de género. “La igualdad de género en los cargos de alta jerarquía es un avance que debe ser promovido, no retrocedido”, advirtió, al tiempo que argumentó que una Corte diversa, con representación femenina, es esencial para garantizar una justicia más equitativa y con una perspectiva de género que refleje las realidades de toda la sociedad.
El proyecto que presentó Forte y fue aprobado por el cuerpo expresa al Poder Ejecutivo nacional la preocupación por estas nominaciones y solicita que se propongan candidatas mujeres para ocupar las vacantes en la CSJN. Esta propuesta no solo busca revertir la exclusión de las mujeres, sino también garantizar que la Corte, como órgano supremo de justicia, sea un reflejo fiel de la diversidad de la sociedad a la que sirve.
El impacto de la falta de mujeres en los tribunales superiores no se limita a una cuestión de representación simbólica. Según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), aunque el 57% del personal del Poder Judicial en Argentina está conformado por mujeres, solo el 31% de los cargos de magistrados son ocupados por ellas. Este desequilibrio no solo afecta la estructura de poder en la justicia, sino que también limita la incorporación de perspectivas diversas en la toma de decisiones.
La edil concluyó: “Es momento de que las instituciones del país, y en particular los órganos de justicia, se alineen con el compromiso de garantizar la paridad de género y dejen de ser testigos pasivos de una inequidad que vulnera los principios fundamentales de nuestra Constitución”.