La Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por diez días en el conflicto entre el municipio de Toay y trabajadores del corralón que reclaman un aumento en los adicionales y rechazan el recorte de horas extras y la precarización. Esta situación había desencadenado en un paro por tiempo indeterminado. Ahora las partes ahora deben sentarse a negociar.
La medida fue comunicada este viernes al mediodía por el intendente Ariel Rojas, en una conferencia de prensa que ofreció en el municipio.
Dijo que está “abierto a buscar soluciones” en un contexto donde “la plata no alcanza”. También dijo que los tres trabajadores que habían sido echados -un prestador de servicio monotributista y dos jornaleros- van a ser restituidos a sus puestos.
“Tenemos la responsabilidad de administrar los recursos públicos y cumplir con los incrementos previstos en la escala salarial. Eso lo hacemos. El reclamo puntual entendemos que es por el aumento en algunos adicionales que se van a seguir discutiendo en una mesa de negociación”, dijo.
“No hay deuda con el personal, las horas extras y adicionales fueron pagadas oportunamente, los ajustes salariales dictados por el Gobierno provincial fueron siempre cumplidos, no solo a lo que hace al sueldo de cada trabajador, sino también en los adicionales que también son ajustados”, remarcó.