La toma total del Centro Universitario de General Pico de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) duró finalmente poco más de 24 horas: en la madrugada de este miércoles, luego de unas seis horas de tensión con unos 300 estudiantes de Ingeniería y Veterinarias en las puertas e incluso sectores libertarios que quemaron una bandera de la toma e intentos de docentes de ingresar a la fuerza, se resolvió pasar a una toma activa. Eso permitirá, entre otros puntos, que los estudiantes puedan ingresar a trabajar en tres sectores del edificio (como los laboratorios), aunque no pueden dar clases. En tanto, permanecen dos tomas totales en Santa Rosa: en el edificio central de la UNLPam y en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Pero ya hay grupos que preparan manifestaciones para las 18 horas de hoy para evitarlo.
María Ema Martín, vicerrectora de la universidad, dio precisiones sobre cómo sigue la manifestación. “La toma sigue adelante, pero lo que se modificó es que los estudiantes puedan circular, se pasó de toma total a toma activa. Hay un sector donde los estudiantes tienen pizarra y varios elementos para estudiar. Además, computadoras”, dijo.
El lunes a la noche se había votado en una asamblea la toma total del centro, con el voto mayoritario de estudiantes de Ciencias Humanas y algunos de Ingeniería, Ciencias de la Salud y Veterinarias. Sin embargo, anoche, cerca de las 21 horas, se acercó un nutrido grupo de unas 300 personas para que se levantara la toma. Cerca de la 1 de la madrugada, luego de horas de tensión que incluyó a algunos integrantes de autoconvocados docentes de primaria y secundaria -vinculados al PRO- y hasta estudiantes libertarios que quemaron una bandera, se decidió pasar a una toma activa, pudo saber Diario Textual.
La manifestación, encabezada por estudiantes de Ingeniería y Veterinarias, fue calificada de violenta por parte de los que hacían la toma.
Ayer por la mañana, el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) había expresado su rechazo a la toma del Centro Universitario de General Pico, había cuestionado la asamblea en la que se decidió la medida y había planteado dos alternativas: una vigilia o, en su defecto, una toma activa que permitiera el acceso de los estudiantes a las instalaciones para cursar. P
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