El gobernador Sergio Ziliotto reconoció este jueves que “el salario no alcanza”, pero dijo que los gremios estatales deben entender que tiene que gobernar “para todos los pampeanos y pampeanas”. Además, rechazó los “insultos y amenazas” lanzados por un dirigente de ATE al secretario de Trabajo, Marcelo Pedehontaá, y defendió la política salarial. “Dimos el 104% en el año, el mismo porcentaje de la inflación”, sostuvo.
“El Gobierno tiene que fijar prioridades en un contexto de estrechez económica. La Pampa cada vez recauda menos por la recesión y recibe menos recursos de Nación”, dijo a la prensa luego de la inauguración de la Casa Museo Edgar Morisoli.
“No compartimos insultos y menos amenazas. (Los gremios estatales) Tienen que entender que gobernamos para todos los pampeanos y pampeanas y por una cuestión sectorial o personal no nos va a correr del eje hacia donde vamos”, sostuvo.
Con el dato de la inflación de esta semana, el Ejecutivo debe preparar un nuevo aumento salarial del 2,6% para este mes (ese fue el incremento de precios en la región pampeana, de la que forma La Pampa). Se suma al incremento de octubre del 3,2%, más la implementación de un salario mínimo garantizado a $800 mil y de la suba del 15% de las asignaciones familiares. Ese ofrecimiento fue aceptado el mes pasado por el gremio Utelpa y otros docentes, pero considerado insuficiente por ATE, Luz y Fuerza La Pampa, Sitraj y Viales, entre otros.
Ayer, en un plenario de la Mesa Intersindical en la explanada de Casa de Gobierno, los gremios estatales resolvieron un paro con movilización para el 28 de noviembre en reclamo de un aumento salarial mayor al que ofreció el Gobierno.
En el plenario hubo dirigentes de los gremios ATE, Soem, Sitraj, Sitrasap, Viales, Sitep y Apel, que lanzaron fuertes críticas a los propios integrantes de la Mesa Intersindical y al secretario de Trabajo, Marcelo Pedehontaá.
Los cuestionamientos vinieron del dirigente Marcelo Morales, de ATE, que pidió “sacarse todas las bostas atragantadas” y “salir unidos” para obtener una recomposición salarial. También criticó a funcionarios provinciales, en especial al secretario de Trabajo: dijo que hay que “echarlo a patadas” y cuestionó los vínculos de dirigentes sindicales con el funcionario. Así, dejó al descubierto grietas en la Intersindical: es que otros sectores no estaban de acuerdo con ir al paro.