El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, confirmó el cierre definitivo de la imprenta conocida como Ciccone Calcográfica, estatizada tras el escándalo que se produjo por las irregularidades en su compra y que llevó a una condena al exvicepresidente Amado Boudou. “Cerramos Ciccone”, festejó Caputo. En un texto en la red social X, el ministro dijo que eso significará un ahorro anual de más de $5.000 millones y que los 270 trabajadores del lugar fueron “dispensados”.
Según pudo saber el diario La Nación, el Gobierno dio licencia a los empleados de la planta que está en Don Torcuato hasta el lunes 25 de noviembre y allí se verá quiénes podrán ser reubicados o desplazados de la administración pública, tal vez con acuerdos individuales. “Nadie volverá a la planta de la ex Ciccone”, confirmaron fuentes vinculadas al sector.
“Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada”, explicó Caputo.
El funcionario adelantó además que la Agencia de Bienes del Estado dispondrá del inmueble para la subasta y posterior venta. “El mismo actualmente posee una bóveda de almacenamiento, que se utiliza para almacenar billetes que están próximos a ser destruidos y era utilizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA)”, dijo.
Ciccone tuvo entre 2006 y 2010 operaciones en la Zona Franca de General Pico, con unos 20 empleados. Si bien la calcográfica estaba dedicada a la impresión de cheques, títulos y billetes, su planta en la provincia estaba destinada a la confección de chapas patente.