La familia Trappa, controlante de la empresa de colectivos Vía Bariloche y parte de la sociedad que tiene la concesión del Cerro Catedral, abrió sus puertas a su campo en la zona de General Acha: Cabaña Curacó, donde hay un centro de genética bovina de primer nivel en el país y que incluso, cuenta con un frigorífico ciclo II.

Según cuentan en la zona, la compra de ese campo se dio un poco por casualidad: uno de los integrantes de la familia, que pasaba regularmente por las rutas pampeanas, se encontró con un reconocidísimo dueño de una inmobiliaria rural cuando cargaba combustible en una estación de servicio y le preguntó por un campo para invertir. Rápido de reflejos, el asesor le dio un par de alternativas, entre ellos el campo que luego los Trappa bautizarían como Curacó.
Los Trappa organizan anualmente un remate de reproductores. Y en las últimas horas abrieron las puertas de las instalaciones -todas de primera- a la ministra de la Producción, Fernanda González; al intendente Abel Sabarots; y a técnicos del Gobierno provincial.
El campo tiene sus unidades distintivas Cabaña Curacó, Alfalfas del Sur y Carnes Curacó.

La firma ofrece soluciones integrales que abarcan desde la mejora genética hasta la entrega de productos de alta calidad, desde La Pampa a los mercados más exigentes del país y del mundo.
En esta oportunidad fueron recibidos por su propietario, Luciano Trappa, y el gerente, Germán Hirtz, con los cuales recorrieron la unidad de Carnes Curacó, situada sobre la ruta provincial 11, en cercanías de la localidad de General Acha.
Cuenta con un Frigorífico Ciclo II -es decir, reciben medias reses y luego las procesan al vacío-, el cual se construyó íntegramente nuevo. Según dijeron, la planta cumple con todos los estándares de calidad exigidos por el Senasa, por lo cual obtuvieron su habilitación para el tránsito federal desde hace un año.
En este frigorífico se reciben las medias reses de los animales que la misma empresa produce, por medio de un sistema muy exigente de calidad en todos los eslabones de la cadena de producción cárnica, desde la cría al plato, incluyendo la materia prima para su alimentación.
Los referentes de la empresa expusieron acerca del funcionamiento y la interrelación entre las diferentes unidades de negocio, a la vez que realizaron un recorrido por las instalaciones apreciando la metodología de trabajo y el producto final terminado, el cual hoy se coloca en nichos muy exigentes por medio de su tienda web.
La ministra, por su parte, la colocó como ejemplo. “Busca la integración de los diferentes eslabones de la cadena de producto, incorporando valor agregado en cada uno de ellos y de esta forma generando mano de obra y movimiento económico en el interior provincial”, dijo.
Las autoridades visitaron también el Frigorífico General Acha, en manos de la empresa Industrias Cárnicas San Miguel.