El Senado de la Nación Argentina decidió este jueves por la tarde la expulsión del legislador Edgardo Kueider, quien ingresó al Congreso por Unión por la Patria pero desde este año se mostró afín al Gobierno de Javier Milei.
De esta manera, Unión por la Patria consiguió aprobar la expulsión del senador de Provincias Unidas. Fue clave el apoyo de la UCR y un sector del PRO, que por la mañana desistieron de la iniciativa que habían firmado por suspender al entrerriano, avalada por Victoria Villarruel.
Con los dos tercios asegurados para la salida del entrerriano, el salteño Juan Carlos Romero, que integra el bloque de Kueider, pidió un cuarto intermedio para intentar, junto al jefe del oficialismo Ezequiel Atauche, evitar la expulsión pero fue en vano. La remoción tuvo 61 votos afirmativos, cinco negativos y una abstención.
Los votos negativos los aportaron cuatro senadores del PRO y un radical: Alfredo De Angeli (Entre Ríos); Carmen Álvarez Rivero (Córdoba); Andrea Cristina (Chubut) y Martín Goerling Lara. El restante lo aportó el correligionario Maximiliano Abad (Buenos Aires). El poroto de la abstención, por su parte, lo jugó Juan Carlos Romero (Salta)
El ingreso de la solicitud de quitarle los fueros a Kueider por parte de la jueza Sandra Arroyo Salgado minutos antes del inicio de la sesión, que arrancó pasadas las 11.20, pateó el tablero político de la Cámara alta y envalentonó a senadores de los bloques aliados al Gobierno que no estaban de acuerdo con votar la suspensión.
La suspensión de Kueider fue la opción intermedia a la que habían arribado La Libertad Avanza, el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR) -ambos partidos con disidencias internas para plegarse a esa iniciativa-, al igual que los bloques denominados federales que, en su mayoría, tienen terminales en gobernadores.
El áspero camino de las últimas horas dejó en ascuas a los libertarios, que inicialmente querían evitar la sesión. El primer revés fue ayer, cuando la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, se vio obligada a convocarla, luego de que el PRO y la UCR se pusieran del lado del kirchnerismo en el intento de tomar represalias contra Kueider. Desde entonces, en LLA cambiaron la estrategia, y decidieron que si no podían evitar que se tratara el tema, al menos intentarían que no derivara en una expulsión, sino en una suspensión. Y agregaron un pedido para intentar desaforarlo. “De esa manera, le quitás los privilegios, lo dejás en manos de la Justicia. Y si resulta inocente, sabés que no lo juzgaste injustamente”, explicaban el razonamiento.
En realidad, más allá de “respetar el debido proceso”, querían evitar que Kueider fuera echado definitivamente para prevenir que una senadora camporista ocupara su lugar y les complicara aún más las posibilidades de conseguir mayorías en el Senado.