Productores rurales de la Federación Agraria Argentina (FAA) y de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) reclamaron una quita de retenciones “de manera urgente” para poder recuperar rentabilidad ante la suba de costos y precios internacionales en baja.
“Hemos sembrado la gruesa con altos costos de insumos, arrendamientos muy altos, precios internacionales deprimidos y ese panorama con una alta carga fiscal es bastante desolador, lo números no dan”, dijo Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria. “Ahí es donde resurge el reclamo de la disminución o quita de retenciones de manera urgente, que sería lo coyuntural que puede ayudar a que haya algo de rentabilidad”, dijo en Radio Rivadavia.
“Estamos preocupados por el panorama; hay una gran preocupación por el año que viene, con muchos desafíos, incertidumnbre y necesidad de que haya señales claras para que exista rentabilidad”, expresó.
“Los números son complejos y aquel que no tiene espalda, que no tiene escala para tener mas producción estamos preocupados de cuánto puede esperar desde lo económico”, agregó.
“Hay gran expectativa pero desde lo económico los número no cierran pese a que la cosecha de trigo ha sido muy buena, se espera que la cosecha de soja, girasol y maíz también sea buena”, dijo.
“Venimos de años difíciles y estamos recuperando productivamente desde el campo, pero estamos necesitando medidas que ayuden a que haya recuperación económica”, concluyó.
A su vez, Ignacio Kovarsky, presidente de Carbap, encendió nuevamente el debate sobre el rumbo económico y político que afecta al sector agroindustrial y pidió señalas claras que conduzcan a una reducción de los derechos de exportación. “Si (Javier Milei no quiere seguir perdiendo productores, es momento de dar señales claras y bajar las retenciones”, advirtió.
El panorama se oscurece aún más cuando se analiza la rentabilidad del sector agropecuario. Los precios internacionales de los commodities van en caída y el alto costo de los insumos dejan márgenes negativos en muchas actividades. Para los pequeños y medianos productores, la presión fiscal se siente con mayor intensidad, sobre todo en un contexto donde las retenciones se mantienen intactas.
Según Kovarsky, “sobre campos alquilados, la rentabilidad es prácticamente nula y sobre campos propios apenas alcanza para cubrir los costos básicos. Esta situación no solo frena la inversión en maquinaria y tecnología, sino que también pone en riesgo la continuidad de miles de productores”.
De acuerdo a datos recientes de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), los impuestos representan una porción cada vez mayor de la renta agrícola, acentuando la crisis. El Estado se queda con $64,30 por cada $100 de renta agrícola. El índice subió 2,8 puntos desde la medición de septiembre, principalmente por la caída de precios y el menor efecto del dólar exportador y comparado con diciembre 2023 es 5,4 puntos más alto.