Santiago Gándara, docente de la carrera de Comunicación en la UBA y de la UNLPam, analizó el discurso del presidente Javier Milei ayer en el Foro de Davos. “Estuvo más cerca de Viktor Orbán (primer ministro de Hungría) que de Giorgia Meloni (Italia)”, expresó.
Para el docente, el mandatario nacional tiene como eje la defensa del capitalismo de fin del siglo XIX: “La era del imperialismo, un tiempo que, según la narrativa mileísta, fue próspero y se interrumpió en el siglo XX pero no por las guerras mundiales que fueron su consecuencia inevitable sino por la emergencia de políticas ‘socialistas’, ‘regulacionistas’, ‘estatistas’, que intervinieron los flujos siempre ordenados del libre mercado y el capital mundial”.
“Un año después, Milei vuelve a Davos triunfante no por los resultados económicos que propagandiza sino por haber garantizado la gobernabilidad mientras aplica el ‘ajuste más grande de la historia’. Un ‘mérito’ que -es justo decirlo- debería compartir con la ‘oposición’ macrista, radical y peronista, y con las centrales sindicales”, argumentó Gándara.
Y agregó: “Milei desparramó (en Davos) los lugares comunes que vomita la ultraderecha global: denuncia de la agenda 2030, negación del cambio climático, alertas por el ‘gran reemplazo’, impugnación del aborto y, sobre todo, rechazo a la ‘ideología de género’ a la que asoció con el ‘abuso infantil’ y la ‘pxdxfxlxa’, temas que aparecen obsesivamente en todas sus intervenciones públicas”.
“La gravedad de este último punto no necesita de subrayados: en un foro internacional, el presidente argentino mandó a toda la comunidad LGTB de regreso al closet. Tolera –por el momento- sus elecciones personales pero siempre que las oculten en la privadísima esfera de sus vidas. Los ejemplos a los que apeló para fundamentar su reaccionaria iniciativa insultan cualquier inteligencia, pero en tiempos de rabia social lo racional importa menos que el efecto retórico del escándalo (la pareja gay de Georgia se tradujo en las redes locales en el caso de las mujeres de La Pampa que mataron a Lucio)”, remarcó el docente universitario de la carrera de Comunicación.
“Para Milei, Occidente está en peligro por haberse apartado de la defensa de la libertad y la propiedad, por haberse enfermado del ‘cáncer del wokismo’ y por haber abandonado la época dorada de las conquistas imperiales. De allí su llamado: ‘Hagamos Occidente grande nuevamente’, en sintonía con las apelaciones fascistas de Trump que anuncia nuevas invasiones y anexiones”, añadió.
Y concluyó: “Casi al pasar, agregó algo que no fue muy destacado por los medios: ‘La paz nos volvió débiles’. Allí parece cifrarse un programa de guerra, mal leído, desproporcionado en sus posibilidades y alcances, al que Milei, un presidente de un país periférico, empobrecido y endeudado, solo le prestó su voz”.
