El ministro de Gobierno y Asuntos Municipales de La Pampa, Pascual Fernández, se expresó sobre la reciente medida del Gobierno nacional que establece una reducción temporal de las retenciones a las exportaciones. “Es una decisión lógica, pero también un aporte federal”, dijo el funcionario en sus redes al referirse a la baja de las retenciones, al subrayar que cualquier medida destinada a fortalecer la producción y el desarrollo económico es bienvenida. “Toda medida que busque incentivar y fortalecer la producción es positiva, porque es un paso necesario para la reactivación económica”, agregó.
El Gobierno anunció el jueves la reducción temporal de las retenciones al agro y la eliminación definitiva de los derechos de exportación para las economías regionales. Esta decisión llega como respuesta a un sector que enfrenta desafíos críticos, como la sequía y la caída de precios internacionales, pero es todavía más importante para la administración libertaria, que está urgido de dólares y apura al agro para que liquide. En el caso de La Pampa, si bien hay un alivio para sectores de la soja y otros granos, no implica ningún cambio con respecto a la principal exportación: la carne vacuna, que hoy tributa el 6,75%.
El impacto más inmediato será la baja de las alícuotas de los principales cultivos. Desde el próximo lunes, la soja reducirá su retención del 33% al 26%, mientras que derivados como el aceite y la harina pasarán del 31% al 24,5%. Por otro lado, el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz disminuirán del 12% al 9,5%. Incluso el girasol, que tenía una carga del 7%, pasará a un 5,5%. Estas reducciones estarán vigentes hasta el 30 de junio de 2025, brindando un alivio temporal al sector.
Lo cierto es que la baja temporal de las retenciones es una medida para tapar el hueco en la liquidación de divisas y mantener pisado el dólar. Una medida que no resuelve el problema de fondo: el encarecimiento en dólares de Argentina y la pérdida de competitividad de las exportaciones.
El objetivo del Gobierno de Javier Milei es que se acelere la liquidación de la cosecha para tener los dólares que le empezaron a faltar producto del aumento de las importaciones y la caída de las exportaciones.
El ministro Fernández también destacó que la decisión de reducir las retenciones no está exenta de consecuencias, especialmente en el contexto de las políticas económicas nacionales. “Es lógico que el Gobierno Nacional intente reparar los daños que genera su plan económico y busque desesperadamente el ingreso de divisas. En este sentido, la baja de las retenciones puede interpretarse como un intento de paliar las dificultades fiscales del país”, comentó.
No obstante, el ministro no dejó de señalar las implicancias que tiene esta reducción para las provincias y los municipios. “Lo que es menos comentado es que, al mismo tiempo que el Gobierno nacional toma esta decisión, ha abandonado su inversión en áreas fundamentales como Salud, Educación, Alimentación y Obras Públicas, trasladando toda esa responsabilidad a las provincias y los municipios”, expresó Fernández.
En relación a este punto, añadió que, si bien se reduce la presión sobre el sector productivo a nivel nacional, esa disminución de ingresos se traduce en una carga adicional para los gobiernos locales. “Es lógico también que el Gobierno Nacional disponga de recursos para soportar esta baja de ingresos públicos, pero lo hace a costa de las provincias, que deben hacerse cargo de muchas de esas áreas que deberían ser de responsabilidad nacional”, sostuvo.
Fernández hizo hincapié en que, en última instancia, la reducción de las retenciones, aunque pueda tener un impacto positivo en el sector productivo, se financia principalmente gracias al esfuerzo de las provincias y los municipios. “Una vez más, el sostenimiento del sistema productivo es federal”, concluyó el ministro, al reafirmar que las provincias y los municipios siguen siendo los grandes sostenedores de la actividad económica y social del país.