Un peón rural de 19 años de edad denunció que en el mediodía de este miércoles intentaron asaltarlo: dijo que, desde una distancia de unos 50 metros, le dispararon con un revólver o una pistola y repelió el ataque con una carabina 22. Recibió un balazo en un tobillo. Fue hospitalizado, pero se encuentra fuera de peligro, dijeron fuentes oficiales a Diario Textual. El relato, sin embargo, no convence: los investigadores creen que se trató de un autodisparo.
El hecho ocurrió pasadas las 12 en un predio ubicado sobre la ruta nacional 5, al lado del Hotel La Campiña.
El peón, por lo pronto, tiene un balazo en una pierna. Según dijeron investigadores a Diario Textual, el balazo que recibió en el tobillo es de calibre 22 (al igual que la carabina). Fue trasladado al Hospital Favaloro.
Según contó, desde una casa observó a dos personas vestidas de negro, con intenciones de robo. Corrió a buscar una carabina -con mira telescópica- y dijo que, luego, le dispararon con un revólver o pistola desde una distancia de 50 a 60 metros. El peón aseguró que también les disparó con su carabina.
En el caso, desde el principio, hubo dudas. Es que -se comprobó por pericias- que se había formado el llamado “halo carbonoso”: cuando el disparo es a corta distancia, la pólvora deja un “ahumado” oscuro alrededor de la herida. Es decir, el disparo fue a centímetros de su pierna y no a 50 o 60 metros, como dijo.
“Se confirmó que el disparo es a muy corta distancia”, contaron a Diario Textual fuentes al tanto del caso. “Por eso tiene la quemadura de pólvora, que no se condice con el relato del muchacho. También se se usaron los perros de (la División) Canes, que no detectaron rastro de ninguna otra persona en el lugar”, finalizaron.