Finalmente, el Gobierno pampeano tuvo una buena noticia por parte de la administración de Javier Milei por un reclamo histórico: el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) habilitó sorpresivamente y a pesar de la resistencia histórica del resto de las provincias sureñas, el ingreso al sur del río Colorado de carne bovina con huesos. Pasado el mediodía de este martes, sin embargo, desde el Gobierno nacional dijeron que la medida quedaba en stand by al menos por 90 días.
Por 24 años estuvo prohibido con la justificación de que así se impedía el contagio de fiebre aftosa. La decisión -luego finalmente postergada- quedó establecida en la Resolución 180/2025 del Senasa, publicada en el Boletín Oficial con la firma de su titular, Pablo Cortese. Ahora se permite el ingreso de cortes vacunos con hueso de bovinos criados y faenados al norte del río Colorado, donde todavía el ganado se somete todos los años a una doble vacunación contra la fiebre aftosa.
El gobernador Sergio Ziliotto celebró la medida, un reclamo histórico de la provincia de La Pampa, que consideró “una traba a la expansión de la economía” provincial. “Final feliz a un reclamo permanente, a todos los gobiernos nacionales, desde nuestros gobiernos provinciales”, escribió en un tuit.
El SENASA ha eliminado una histórica traba a la expansión de la economía provincial.
Final feliz a un reclamo permanente, a todos los gobiernos nacionales, desde nuestros gobiernos provinciales. pic.twitter.com/SHKPXfffuL— Sergio Ziliotto (@ZiliottoSergio) March 18, 2025
Desde 2001, el país mantuvo una barrera sanitaria que impedía la entrada de carne con hueso desde zonas libres de fiebre aftosa con vacunación a esa zona de la región patagónica, con el objetivo de preservar su estatus sanitario. Ahora, la nueva normativa establece condiciones específicas para el ingreso de carnes y material genético desde otras partes del país y del exterior, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
El reclamo pampeano había comenzado con fuerza entre 2015 y 2016, durante la administración de Carlos Verna. Pero ni Mauricio Macri ni luego Alberto Fernández le habían dado luz verde, pese a que se tenía comprobado, según técnicos de La Pampa, que la fiebre aftosa no se puede transmitir por carne con hueso.
La lucha contra esa enfermedad siempre mantuvo dividido al país en dos zonas, que han ido variando con las décadas, pero siempre se mantuvieron más o menos intactas: al norte de la barrera sanitaria de la Patagonia se vacuna contra esa zoonosis y, por lo tanto, los cortes vacunos con hueso (que pueden llevar el virus) no podían ingresar a la zona libre sin vacunación, al sur de ese límite. Esto provocó que por décadas no pudiera ingresar asado de La Pampa o Buenos Aires a ciudades como Neuquén o Bariloche, que solo podían ser provistas por la ganadería de la propia Patagonia a precios superiores.
Desde el Senasa dijeron que no hay riesgo de contagio de aftosa al sur del Colorado. “Los muestreos realizados por el Senasa en los últimos años demuestran la ausencia de circulación viral en todo el territorio nacional. Sumado a la ausencia de circulación viral, este organismo realizó una evaluación cuantitativa del riesgo de introducción del virus de Fiebre Aftosa a la Zona Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación a través de asado con hueso bovino proveniente de la Zona Libre de Fiebre Aftosa con vacunación, concluyendo que es posible asumir que el riesgo de ingreso de dicho virus a la Zona Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación por ese medio es insignificante”, establecieron.
Desde el Ejecutivo nacional sostuvieron que adecuación, definida en la Resolución 180/2025, “está en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y establece pautas sobre la maduración, empaque, procesamiento y transporte de carnes, así como requisitos sanitarios específicos para el material reproductivo”.
“El objetivo -agregaron- es garantizar la sanidad del ganado y la inocuidad de los productos, sin afectar la comercialización o el abastecimiento interno, ni el mantenimiento de los mercados con otros países”.
“El Senasa reafirma su compromiso con la sanidad animal y la bioseguridad de la producción agropecuaria argentina, asegurando que los controles sean eficientes y acordes a los estándares internacionales”, finalizaron.
La medida es celebrada en La Pampa y, también, por los consumidores de las provincias de Neuquén y Río Negro, que pagan el doble o más por el asado. Actualmente, el kilo de asado en los mostradores de ciudades como Neuquén ya llega a los 20 mil pesos.
Pese a que beneficia a sus ciudadanos, la apertura de la barrera para el ingreso de carne sin hueso fue una medida que tuvo recientemente el rechazo de los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén), además de empresarios sureños. Es que ingresará carne de La Pampa y Buenos Aires, entre otras provincias, más barata.
Por lo pronto, el gobernador de Río Negro expresó públicamente a través de sus redes sociales el desagrado que le provocó la decisión del Gobierno nacional de habilitar el ingreso del carne bovina con hueso al sur del río Colorado, entre ellos el asado pampeano. “Veinte años de esfuerzo destruidos por un burócrata de Buenos Aires”, cuestionó. Y aseguró que la medida traerá el quiebre de frigoríficos, la pérdida de empleos y el cierre de establecimientos productivos patagónicos.