La postergación del levantamiento de la barrera sanitaria que restringe el ingreso de carne bovina con hueso al sur del río Colorado, a pocas horas de su anuncio, fue un verdadero papelón histórico. Sin embargo, parece haber una explicación, que podría confirmarse este miércoles: se enmarcaría en una toma y daca entre el Gobierno nacional y los gobernadores de Neuquén, Río Negro y otros de las provincias sureñas, en medio de las negociaciones para conseguir los votos en el Congreso para lograr aprobar el acuerdo de un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es decir, la administración de Javier Milei habría concedido frenar la medida, al menos momentáneamente, a cambio de que los gobernadores sureños disciplinen a sus legisladores y den los votos para dar luz verde a la firma con el FMI.
Por el momento, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) está listo para ser votado este miércoles en la sesión convocada por Martín Menem a las 10 horas en la Cámara de Diputados, una jornada que promete calentarse nuevamente con una nueva protesta de jubilados en el Congreso. Si el DNU es aprobado (se requiere mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los votos), quedará firme, ya que la ley vigente solo exige el aval de una de las dos cámaras.
Ayer por la mañana, en el Boletín Oficial, se publicó la Resolución 180/2025, que establece la autorización, después de 24 años, para el envío de carne bovina con hueso al sur de la barrera zoosanitaria situada en el río Colorado. Una medida histórica que beneficia principalmente a La Pampa, a sus frigoríficos y productores rurales, así como a los consumidores de Neuquén, Río Negro y Chubut, entre otras provincias (donde el precio del asado producido en esa zona ya supera, en algunos casos, los 20 mil pesos, es decir, casi el doble de lo que cuesta en nuestra provincia).
Desde La Pampa siempre se cuestionó la barrera sanitaria: no se trataba de una medida para proteger la salud animal, sino de un mecanismo comercial que elevaba artificialmente los precios de la carne en la Patagonia. Es decir, una barrera comercial o aduana interna, más que una barrera sanitaria.
Sin embargo, poco después del mediodía de ayer, llegó el baldazo de agua fría para el asado pampeano: se anunció la postergación de la medida por al menos 90 días.
Hubo fuertes presiones de los gobernadores de Neuquén y Río Negro. De hecho, medios rionegrinos informaron que el diputado nacional por Río Negro, Agustín Domingo (JSRN), se mostró más temperamental de lo habitual y amenazó, a quien quisiera escucharlo, con no votar el acuerdo con el FMI. “No sé qué cuentas hicieron (para la sesión del DNU por el FMI), pero conmigo pierden un voto si no dan marcha atrás”, habría dicho.
Según pudo saber Diario Textual, en el Gobierno de La Pampa hay funcionarios que sospechan que la postergación del levantamiento de la barrera al asado con hueso tiene como objetivo asegurar los votos para el acuerdo con el FMI.
Incluso dentro del radicalismo se maneja la misma teoría. “La postergación de la barrera sanitaria parece una estrategia premeditada de fuerza y presión hacia los gobernadores del sur del río Colorado, para que instruyan a los diputados y senadores sobre cómo votar esta semana crucial en el Congreso”, publicó en X el dirigente radical Pedro Salas.
