Por estas horas se cumplió otro aniversario de la muerte de Miguel Abuelo, emblema del rock, poeta, cantante y líder de los Abuelos de la Nada, cuya hoja de ruta tuvo una parada muy recordada en La Pampa entrados los años ’80. En ese entonces florecía en Guatraché el festival por el Día del Estudiante, que reunía durante tres o cuatro días a jóvenes de toda la región en el parque recreativo Samuel Novick. Música, bailes y la cultura rock como eje de una celebración que fue creciendo y perduró hasta mediados de los 2000.
El espectáculo era organizado por el Instituto Secundario Juan Bautista Alberdi. La comunidad educativa, padres y estudiantes se unían para la organización que demandaba varios días de trabajo. Así, en cada edición, fueron pasando grupos de renombre nacional como Memphis la Blusera, Dos Minutos o Analgésicos. Pero sin dudas uno de los festejos más recordados ocurrió el 21 de septiembre de 1987. Los Abuelos de la Nada se presentaban en medio del auge y la consolidación que ostentaban. Una banda top desembarcaba en Guatraché, localidad ubicada a unos 190 kilómetros al sur de la capital pampeana, Santa Rosa.
El rector del colegio era Héctor Lattanzio, quien recordó que el concierto fue multitudinario y congregó a “estudiantes locales y la región”. “Armamos un escenario para lo ocasión en un playón casi contiguo al camping de la laguna. Los músicos nos pedían cosas que nos parecían inusitadas, pero que en la actualidad son comunes”, rememoró entre risas el docente a Diario Textual.
El festival duraba tres o cuatro días por lo que se armaban campamentos con sistema de control público y cobertura de Salud Pública a cargo de los agentes del hospital local. Todo se completaba con la ayuda de Provincia más lo recaudado por la venta de entradas, además de algunas ayudas solidarias de la comunidad. Todo eso permitía la realización de estos festivales que marcaron una época en Guatraché.
“La intención no era recaudar sino mantener a la juventud en su hábitat y atraer a chicos de la región porque nos pasaba que para la fecha se trasladaban a lugares como Sierra de la Ventana o Monte Hermoso, incluso en viajes en camiones u otros vehículos que no ofrecían la seguridad indispensable”, reveló Lattanzio, un apasionado por la educación que se jubiló en 2009.
Recordó que la demanda estudiantil promovió por entonces una serie de reuniones entre la comisión directiva del instituto Alberdi y los padres de los alumnos que resultó ser la génesis de la creación del festival por el Día del Estudiante en la laguna de Guatraché. “Los chicos lo recibieron muy bien”, sentenció. “Por ese entonces aparecía una nueva juventud, con más libertad”, señaló.
La participación de las escuelas era muy potente en la comunidad y se buscaba la forma de participar dentro de las instituciones. “Soy un convencido que la educación no se reduce únicamente a la transmisión de conocimientos, como saber vida y obra de algún personaje histórico. La considero como algo mucho más amplio. Buscábamos la interacción con los estudiantes para saber qué querían y a partir de ahí se trabajaba. Lo de los recitales les encantaba y lo agradecían siempre”, recordó.
(Foto gentileza de Raquel Gómez)
Los Abuelos estaban de gira en el país presentando la última placa Cosas Mías, una de las más exitosas de su obra. Como figuras que eran tardaron en subir al escenario lo que causó que el show iniciara cerca de la medianoche, bastante más tarde de lo estimado. Un fogón ayudó a morigerar la vigilia de los fanáticos.
Gabriel Hobert, por esos años estudiante de la EPET de Macachín, fue testigo del concierto. “No tuvieron un set muy largo de canciones. Tocaron algo así como unas trece”, calculó. El guatrachense resaltó que Miguel Abuelo estuvo acompañado en el escenario por Kubero Díaz (guitarra y coros), Juan del Barrio (tecladista que reemplazaba a Andrés Calamaro ya alejado del grupo), “Pato” Loza (batería) y Marcelo “Chocolate” Fogo (bajo). “Arrancaron con el éxito Cosas mías, al que le siguieron Rock and roll sobre la alfombra, Región dura y Semental de Palermo, todas del disco que presentaban”.
Hobert, por entonces de 15 años, dio testimonio a este diario que tampoco faltaron los clásicos Himno de mi corazón y Lunes por la madrugada, aunque distinta suerte corrieron los fans con Mil horas, pieza clásica que era furor. “Le gritábamos a Miguel Abuelo para que la toquen y nos respondió en tono de broma ‘no… Mil horas es mucho’”. Para el testigo del concierto por ahí la negativa obedeció a una cuestión de derechos de autor dado que la pieza le pertenece a “El Salmón”.
La presentación de Miguel Abuelo en Guatraché posiblemente fue la anteúltima de su existencia (habría una posterior en CABA con una lista de temas similar a la que hicieron en nuestra provincia). El icónico músico falleció el 26 de marzo de 1988 víctima de VIH. “En la voz se le notaba aquella noche que no andaba bien. Le pasaba algo y era evidente”, lamentó.