El economista del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz, Alejo Muratti, expresó en Radio Textual (Radio Kermés 106.1) sus críticas a la medición de la pobreza y dijo que debería actualizarse la metodología que utiliza el Indec. “Utilizan una canasta básica total de 2004 que deja afuera un montón de servicios que hoy afectan a la gente”, dijo.
Días atrás el Indec informó que la pobreza afectó al 38,1% de la población del país al cierre de 2024. El indicador oficial, así, mostró una considerable caída en comparación con el 52,9% que había registrado en el primer semestre de 2024.
En el caso del conglomerado Santa Rosa – Toay, la pobreza se ubicó en el segundo semestre de 2024 en el 32,1%. Es decir, también bajó: en el segundo semestre de 2023 había sido del 38,2% y en el primer semestre de 2024 el 40%.
El economista Alejo Muratti, del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz, explicó en Radio Textual por qué esa medición no se ajusta a la realidad.
“En primer lugar, ese 38% de pobreza del segundo semestre de 2024 habría que compararla con el último semestre de Alberto Fernández, cuando estaba en el 42%. Entonces allí la baja sería de 3% y no del 14%”, aclaró.
“Hay cuestiones estacionales de empleo que son diferentes en cada semestre y pueden afectar los ingresos de las personas y la canasta básica total, que es lo que determina la línea de pobreza”, sostuvo. Explicó que para sacar el índice de pobreza se mide periódicamente a las personas por sus ingresos y se los compara con una canasta básica total que arma el Indec en base al consumo que se considera mínimo y necesario para vivir.
“Para esos consumos se utiliza una encuesta nacional que se realizó en 2004, hace más de 20 años. Con lo cual la salvedad metodológica que podemos hacer es que en esa canasta básica total no están contemplados muchos servicios que hoy afectan a las personas”, dijo.
“Por el contrario -puntualizó- están sobrerrepresentados los aumentos de alimentos, que en este gobierno fue lo que menos subió, en comparación con las subas que tuvieron los servicios. Al revés de lo que sucedió en la última etapa de Alberto Fernández”, comparó.
Además, esta medición no refleja de forma completa los gastos de vivienda (alquileres) y transporte. “Esa situación debería revertirse, ya que a nivel internacional se aconseja actualizar las mediciones cada diez años”, dijo.