Alfredo Cassani, CEO del Grupo Lequio, advirtió sobre el grave momento que atraviesa el sector cárnico en Argentina, y en particular el frigorífico Carnes Pampeanas, que reducirá drásticamente su nivel de faena debido a múltiples factores que afectan la rentabilidad y operatividad de la industria. Dijo, en diálogo con Radio Textual (Radio Kermés), que en la próxima semana la planta santarroseña dará vacaciones a sus trabajadores a raíz de la caída de la faena.
La situación complicada -en gran parte generada la carga impositiva y los costos operativos, más el dólar anclado- alcanza a todos los frigoríficos. Por lo pronto, en la semana se conoció que el Frigorífico Pico desvinculó a 90 trabajadores.
Cassani destacó que, si bien preocupan las recientes decisiones arancelarias de Estados Unidos y la suspensión de exportaciones por parte de México a algunas empresas, el principal problema es doméstico. “Tenemos una carga impositiva y costos operativos que nos dejan fuera de competencia”, afirmó.
El empresario reveló que el frigorífico ubicado entre Santa Rosa y Anguil, con capacidad para faenar 700 cabezas diarias, actualmente procesa solo unas 400, y que la semana próxima detendrá completamente su actividad. La paralización es por una semana.
Además, Cassani señaló que el stock ganadero en La Pampa cayó un 10% en un año: pasó de 3,2 a 2,9 millones de cabezas, en gran parte debido a las severas sequías de 2023 y 2024. A nivel nacional, también se evidencia una disminución de existencias, complicando el abastecimiento y las perspectivas de mediano plazo.
Cassani también opinó sobre la necesidad de eliminar la barrera sanitaria al sur del río Colorado, que impide enviar carne con hueso al resto de la Patagonia. “Ya cumplió su función. Hoy es una traba interna que resta credibilidad a las exigencias sanitarias que planteamos al mundo”, dijo.
-¿Cómo puede impactar la decisión de cambiar a política arancelaria por parte de Estados Unidos y las expresiones de una de las funcionarias del presidente Donald Trump, que dijo “no más carne desde Argentina”?
-Más allá de la situación puntual de Estados Unidos, a nosotros, lo que nos preocupa es la situación local. Tenemos problemas locales, antes que internacionales, donde la industria viene pasando un momento muy complejo. Se conoció el stock ganadero en estos días, que viene una caída importante. Principalmente en nuestra provincia, en La Pampa, un 10% abajo año a año de las existencias de bovino.
Eso realmente nos complica. Y nos complica la situación actual de Argentina, donde ayer hubo anuncios económicos que seguramente vayan a marcar algún cambio en la semana que viene. Pero, reitero, la situación nuestra viene muy complicada porque tenemos una carga de costos a nivel de impuestos y el costo operativo de la fábrica que nos deja fuera de competencia. Y cuando en el mundo un gobierno como el de Estados Unidos empieza a romper con el status quo, hay que ver qué hacen todos los otros países en respuesta a Estados Unidos. Las economías se empiezan a cerrar y, por ejemplo, ayer estuvo la noticia dando vueltas de que México deslistó muchas plantas de Argentina. Obviamente, si bien se comenta y puede tener algún enganche con alguna cuestión particular de cómo fueron las visitas, todo tiene que ver con todo y sabemos cómo son las políticas y cómo reaccionan los gobiernos y las instrucciones que se bajan a las áreas de aduana o de sanidad para poner barreras. La preocupación en el frigorífico es muy grande porque estamos mal adentro y esta situación externa nos agrega mucha complejidad y preocupación.
– ¿Cómo cree que impactará en el sector el fin del cepo y una devaluación?
-Este gobierno ha optado por usar el tipo de cambio como un ancla, dejando el tipo de cambio muy bajo, que será discutible… O sea, en realidad el problema no es el tipo de cambio, el problema es el combo del tipo de cambio con los costos. Porque si vos me decís, te dejo el tipo de cambio bajo, pero tenés un costo operativo del 15%, reduzco impuestos y reduzco costo laboral, ahí estamos hablando de otra cosa… El problema es que acá tenemos el tipo de cambio bajo y todas las otras promesas de ajustes a la economía argentina todavía las estamos esperando. Además, venimos de una situación de sequía, que ha afectado severamente al estado ganadero. Todo ese combo le pega a nuestra industria, no fuerte, fortísimo.
-En el caso del consumo interno, ¿tienen los números de la caída a nivel país?
-El consumo no está mal. Está en torno a los 47 y 50 kilos, y los precios de consumo dentro de todo son aceptables, digamos. No tenemos un problema de consumo. Nuestro problema es que la industria argentina es una industria que exporta el 30-40% de su producción y los frigoríficos grandes son los que hacen ese negocio de la exportación. Entonces, estamos medio desenganchados de la situación de consumo. A nosotros nos pega más la cuestión de los mercados internacionales y cómo Argentina se pone competitiva o no en relación a sus competidores: a Brasil, Paraguay y Uruguay, que son nuestros competidores acá en el Mercosur. Entonces, un frigorífico como Carnes Pampeanas es un frigorífico dimensionado y preparado para exportar, no para salir a vender al consumo, pero el consumo está bien. Hoy no vemos un problema a nivel de lo que es consumo de carne en Argentina.
-¿Cuánto se está faenando hoy en el frigorífico diariamente?
-La semana que viene estamos parados. El frigorífico está faenando un 50% de lo que podría faenar hoy.
– ¿Eso cuántas cabezas representaría?
-El frigorífico puede faenar unas 700 por día y nosotros estamos en un promedio que arañamos las 400. Pero la situación es mala.
-¿Cómo impacta esa situación en el personal?
-Obviamente cuando tenés una planta que está a la mitad de trabajo, hay menos actividad y tenés menos gente. Nuestra industria es una industria que también genera actividad: industrias que toman los subproductos nuestros, que, dicho sea de paso, también se ven muy afectados por toda esta cuestión. Por ejemplo, la industria automotriz se frena y es nuestro principal consumidor de cuero… O el sebo se usa para hacer biodiesel, que también cae… Es un panorama negro y eso hace que nosotros estemos mal y que las industrias que trabajan con nosotros también estén mal, porque cuando vos tenés una estructura de costo para procesar X volumen, si caés al 50% y, bueno, ajustás a la gente. Persona que se va no se reemplaza y, obviamente, hay también algún cese a algún contrato.
Costos
Cassani dijo que espera que haya una baja de impuestos y de costos operativos. “En ese caso lo único que nos queda a nosotros es esperar la tan famosa y prometida, que incluso ayer el ministro (Luis Caputo) volvió a prometerlo: la baja de impuestos y el reacomodamiento de los costos laborales y operativos de la industria. Y también el acceso al crédito, que es otra cuestión que no mencionamos, pero que también nos pega. Y que ese acceso al crédito no solamente la complica a Carnes Pampeanas: ese acceso al crédito sería el que dinamizaría la recuperación del estado ganadero, que en definitiva también es la una de las nubes y no sé si la más negra que tenemos con una caída de vuelta”, dijo.
Barrera comercial
– ¿Qué impacto tendría para Carnes Pampeanas levantar la barrera sanitaria de la carne con hueso hacia el sur del río Colorado?
-A nosotros nos interesa más que por lo que podamos hacer económicamente: nos interesa porque es algo que Argentina tiene que hacer. Como país, no podés ir a presentar o a pedir que te liberen o que te acepten las exportaciones de Argentina libres de aftosa y que te permitan exportarle carne con hueso enfriada o que te saquen todas las barreras cuando vos, en tu propio país, no te podés sentar con la Comunidad Económica Europea ni con Japón, ni con Corea, ni con Estados Unidos, cuando vos, en tu propio país, tenés una barrera que dice que los frigoríficos están al norte del río Colorado. La barrera estuvo muy bien cuando se puso, fue muy lógico hacerlo, fue muy bueno hacerlo, le dio un montón de oportunidades a aquellos que no tenían por qué verse perjudicados por una situación que no los afectaba y permitió desarrollar en el sur una industria que, si no, no se podría haber hecho. Eso estuvo excelente y fue una gran medida. Por el otro lado, el consumidor va a haber beneficiado en que le va a entrar más carne y va a bajar los precios. Pero creo que no es la discusión esa, no pasa por la economía de uno o de otro pasa por la lógica y porque Argentina no puede tener una barrera sanitaria en el medio cuando el país tiene una condición sanitaria que no amerita tener esa barrera.
Sequía
Dijo que en La Pampa, principalmente por la sequía de 2023 y 2024, se cayó el stock ganadero de 3,2 millones de cabezas a 2,9 millones de cabezas. “Eso también nos perjudica, nos perjudicó también la seca. No nos olvidemos que vinimos de dos años muy secos: en el 23 y 24 tuvimos un déficit importante de lluvias y eso también complicó”, sostuvo. “También juega la situación económica. Por ahí no encuentre una estabilidad y no tengamos la chance de poder invertir en ganado con la velocidad que necesitamos, con el stock ganadero que tenemos hoy de 51 millones y algo en Argentina, la industria también está complicada”
– ¿Puede haber un salto en el precio de la carne a partir de lo que se anunció ayer desde el Gobierno nacional?
-No, porque primero no es una cuestión estacional. No es el momento donde vos vas a tener una estampida de gente yendo a comprar asado. Y después no te olvides que nosotros seguimos pagando retenciones a las exportaciones, con lo cual el tipo de cambio no es que va a permitir que la industria exportadora se dé vuelta y arrase con toda la hacienda disponible. O sea, esa es otra cuestión que tampoco mencionamos: estamos hablando de que levantan el cepo, pero las retenciones nuestras a la exportación son parte del cepo también y de eso ni una palabra. Entonces, hay que esperar a ver en qué decanta todo esto… Pero la situación para nosotros sigue siendo complicada por todos los costados.