El delegado regional de la Unión Personal de Seguridad y Afines de la Patagonia (UPSAP), Sebastián Saavedra, reveló que finalmente fueron reincorporados los ocho vigiladores privados que habían sido cesanteados en General Pico. Los guardias afectados se desempeñaban en Ferro Expreso para la firma de seguridad Securión. De esta forma, se levantó la protesta que el gremio había iniciado hace unos días en la ciudad norteña.
Si bien el acuerdo permitió la reincorporación de la totalidad de los despedidos, dos de ellos eligieron aceptar la liquidación por antigüedad de Securión y reiniciar desde cero con la misma empresa. En tanto, los restantes fueron absorbidos por la multinacional suiza G4S, cuyo campo de acción contiene a un supermercado con raíces en Trelew y sucursales en nuestra provincia.
“Afortunadamente se pudo reincorporar a todo el personal”, se alegró Saavedra. “Además, otros cuatro asalariados, en todos los casos pertenecientes a la bolsa de trabajo de nuestro gremio, ingresarán a hacer guardias en Ferro Expreso”, valoró el gremialista, en contacto con Diario Textual.
En La Pampa existen, al menos, dos mil vigiladores privados. Según sus dichos, un vigilador privado percibe en la provincia alrededor de $ 1.400.000 mensuales a cambio de 60 horas semanales de labor, que se reparten en ciclos de cuatro días de trabajo por dos de descanso o seis de trabajo por uno de descanso.
Asimismo, Saavedra resaltó que, como parte de la negociación, consiguieron ropa apropiada para otros vigiladores piquenses dependientes de Securión.