Una de las principales banderas económicas del Gobierno de Javier Milei es el supuesto superávit fiscal, apalancado por frenar las obras públicas, echar empleados y no pagar las deudas y retener coparticipación a las provincias. En La Pampa, resaltó este martes el gobernador Sergio Ziliotto, el superávit fiscal es histórico. En ese marco, resaltó que en 2024 fue del 1,2%.
“El resultado financiero del Ejercicio Fiscal 2024 muestra un superávit del 1,22 % o sea de 15.200 millones de pesos, consolidando uno de los principales e históricos atributos que muestra la provincia de La Pampa en la administración de las finanzas públicas. Y todo ello sin ningún tipo de endeudamiento”, dijo por las redes sociales.
“Los números ratifican la evidente y reconocida eficiencia en la administración de los fondos públicos, que se refleja aún a pesar de la fuerte disminución de la coparticipación federal de impuestos generada por la apropiación ilegal de recursos que le corresponden a La Pampa, por parte del Gobierno Nacional desde diciembre de 2023”, expresó.
A esto, agregó, debe sumarse la fuerte caída de la actividad económica producto de la recesión generada por el programa económico nacional, que impacta sobremanera en la recaudación tributaria provincial. Además, la cuantiosa deuda que el Estado Nacional mantiene con La Pampa.
En el marco de la legislación vigente, antes del cierre del actual mes de mayo, la Cuenta de Inversión 2024 será enviada al Tribunal de Cuentas y posteriormente a la Cámara de Diputados.
El Gobierno dio a conocer, además, una tabla con los datos de las últimas dos décadas. Como ejemplo surge el análisis estadístico, a valores históricos, de los últimos 20 años en el cual el superávit fiscal se ubica en el 1,17 %, equivalentes a $ 27 mil millones. Ello a partir de ingresos totales de $ 2,279 billones y gastos por $ 2,253 billones.
Resaltó que, como se puede apreciar en el resultado de cada Cuenta de Inversión de estas dos décadas, la generación de reservas permitió constituir fondos anticíclicos que garantizan paliar situaciones adversas, sin alterar la calidad de la respuesta del Estado. No sólo en la prestación de servicios públicos de calidad sino también en la intervención virtuosa del Estado en la promoción de la producción y el trabajo y en la actividad económica.
