En las últimas horas, trascendió que Cristián Rivaldi -el policía que gaseó a una nena de 10 años durante una manifestación de jubilados en Congreso- fue procesado por la Justicia por los delitos de abuso de autoridad en concurso real y lesiones leves.
La menor afectada por el ataque policial es Fabricia Pegoraro, cuya familia no dudó en asesorarse tras lo ocurrido. “(Rivaldi) arrojó gas contra dos mujeres, una de ellas menor de edad, que se encontraban en el suelo y sin agredir a la autoridad, apartándose de ese modo de la normativa vigente y aplicable al caso”, indica la resolución.
“Tanto la madre como su hija se encontraban en una posición de desventaja en cuanto al agresor que estaba parado y apuntó directamente a sus rostros sin motivo que justificara esa acción”, agrega.
“No hay motivo para dudar del testimonio de la querellante, las imágenes corroboran férreamente sus dichos. Contrariamente, el descargo del imputado resulta inverosímil. No sólo resulta llamativo que no hubiera visto a la niña, aún más las imágenes delatan que apuntó directamente a ella y a su madre sin reparo alguno y con toda intención disparó el gas”, sentencia.