Juan Sosa, un pequeño productor rural de Santa Isabel, dice estar angustiado. “Angustiado y arruinado. Estoy en la lona. Resulta que, con mi padre y mis hermanos, tenemos un campito de unas 2500 hectáreas en la zona de La Puntilla, donde tenemos algunas vacas. Mi papá, de 72 años, anda enfermo y mi mamá recientemente está pasando por una operación en Santa Rosa, y estaba necesitando algo de dinero para ayudar a la economía familiar. Por eso decidí carnear unas vacas, las únicas que tenía yo, para traer algo de carne a mis familiares en Santa Rosa y para vender, por qué no, a alguna gente conocida… Pero la Policía de Santa Isabel en la madrugada del viernes 30 me detuvo en la ruta, cuando venía, me sacó la carne, unos 550 kilos, y me tuvo detenido como 12 horas, como si fuera un delincuente”, cuenta Juan a Diario Textual.
Las autoridades dicen, sin embargo, que la carne se decomisó por no cumplir con normas de sanidad y transporte según una ley provincial. La Dirección de Ganadería ordenó enterrar la carne con cal.
“Yo quiero que se limpie mi nombre”, agrega Sosa. “Nosotros somos gente trabajadora. No somos delincuentes. La Policía pudo demostrar que no andaba en el abigeato, porque fue al campo y encontró los cueros de las vacas mías, pero no me devolvió la carne… Yo les pedí que me la dieran para mis hermanos o que la donaran al Club Integral, pero no me escucharon…”, se lamenta. “Además, me detuvieron. No escucharon razones: me metieron al calabozo. A mi papá, de 72 años y enfermo, estuvo como dos horas en la ruta. Luego lo llevaron a la casa…”, agrega. Ahora, dice, espera una multa por transportar carne vacuna, sin autorización.
-¿Dónde está el campo?
-En la zona de La Puntilla, a unos 50 kilómetros de Santa Isabel. El campo es de mi papá. Y mi mamá está operada en Santa Rosa. Somos 7 hermanos y no tenemos sueldos ni nada de eso. Vivimos el día a día, como podemos. Yo tengo unos pocos animales ahí con papá. Y, bueno, decidí carnear las únicas 5 terneras que tenía… Quería llevar algo de carne a Santa Rosa, para mi familia y también para vender a algún conocido.
-¿Dónde lo interceptó la Policía?
-Salimos del campo en una camioneta S-10 y, cuando iba por la ruta 10, una patrulla me puso las balizas y me detuve en la banquina. Me hicieron regresar y me preguntaron de quién era la carne. Les dije que era mía, que en el campo estaban los cueros si querían comprobarlo. Al otro día que fueron al campo y ahí estaban los cuerpos. Me dijeron que a la carne la iban a tirar, cosa que hicieron… Yo les dije que me la diera para mis hermanos o que la donaran. Pero no hubo caso. La tiraron. Me arruinaron porque era lo único que tenía. No tengo más terneras.
-¿Cuántos kilos llevaba?
-Y eran como unos 550 kilos. Unos 5 millones de pesos más o menos.
La familia de Juan Sosa se queja, además, de haber sufrido “maltrato verbal” por parte de un oficial de Santa Isabel: fue cuando intentaron averiguar, en la madrugada, qué le había pasado a Juan y su padre, que no habían llegado a Santa Rosa.