El Grupo Lequio, propietario de Carnes Pampeanas, anunció en las últimas horas la integración operativa con el Grupo Mattievich, uno de los nombres históricos del rubro cárnico y suma a su estructura cinco frigoríficos ubicados en Santa Fe, entre ellos los de Carcarañá, Casilda y Villa Gobernador Gálvez, y una grasería. Con esta operación, pasa a liderar el mercado argentino en volumen de faena y número de frigoríficos.
Estas unidades se integran a las que ya operaba el grupo, como Carnes Pampeanas, Alberdi y Hughes, además de una planta de subproductos.
Con esta fusión, Lequio pasará a operar un total de siete plantas industriales y dos graserías, con una capacidad de faena estimada en 680.000 cabezas anuales (373.000 de Lequio en 2024, más 307.000 de Mattievich), una cifra que lo coloca entre los frigoríficos de capital nacional más grandes del país.
La empresa asume el control operativo y estratégico de toda la operación combinada, incluyendo las áreas administrativas, comerciales y financieras. Según comunicaron, los equipos de ambas firmas ya trabajan en conjunto para garantizar una transición “ordenada y eficiente”.
“Esta integración representa un paso significativo en nuestra visión de consolidación y expansión”, destacaron Leonardo y Federico Lequio en un comunicado oficial.
Desde el grupo también se comprometieron a respetar los contratos vigentes con clientes, proveedores y personal. En un sector con alta volatilidad, garantizar continuidad operativa no es un detalle menor.
Lequio explicó que la decisión de avanzar con esta integración responde tanto a una estrategia de expansión como a una necesidad del mercado. El negocio frigorífico atraviesa una etapa de reconversión profunda, donde ganar escala, optimizar estructuras y asegurar volumen es indispensable para resistir y crecer.
Por un lado, el consumo interno de carne vacuna se mantiene en niveles históricamente bajos, afectado por la pérdida de poder adquisitivo y cambios en los hábitos de alimentación. Por otro, los mercados de exportación son cada vez más exigentes: demandan trazabilidad, certificaciones sanitarias, cumplimiento logístico y volumen garantizado.
En ese contexto, las fusiones se convirtieron en una respuesta pragmática: permiten reducir costos, mejorar logística, diversificar destinos y fortalecer la posición frente a proveedores e instituciones. El caso Lequio-Mattievich se inscribe plenamente en esa dinámica de concentración del sector.