El prestigioso científico Gabriel Andrés Rabinovich recibió este jueves la distinción de profesor honorario por parte de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), se lamentó por el desfinanciamiento del Gobierno nacional a la ciencia y la tecnología, y llamó a la comunidad a “luchar” para mantener las universidades.
La distinción fue entregada esta mañana, en el marco de la Jornada de Ciencia y Técnica “Ciencia para comprender nuestra realidad”, que este año es organizada de forma conjunta con la Jornada de Internacionalización 2025, por las Secretarías de Investigación y de Consejo Superior y Relaciones Institucionales de la UNLPam.
Rabinovich expresó su emoción y agradeció el reconocimiento. “Estoy contento de recibir el reconocimiento proveniente de la universidad pública, de alto vuelo, inclusiva y comprometida socialmente”, dijo.
“Este reconocimiento -agregó- no me pertenece a mí, sino a todo nuestro equipo en toda su totalidad. A los estudiantes que eligen día a día nuestro laboratorio para realizar su tesis doctoral y a los becarios posdoctorales, técnicos e investigadores, que nos eligen para llevar adelante su carrera científica, así como a colegas y colaboradores que me han acompañado durante estos 30 años”.
También se refirió a la empresa de base tecnológica, Galtec, que fue creada para traducir descubrimientos de 30 años relacionados con galectinas y glicanos en tecnologías y productos farmacéuticos, que permitan dar más oportunidades con cáncer y enfermedades autoinmunes.
Su conferencia, precisamente estuvo dirigida a relatar la historia de estos descubrimientos. “Quiero contarles esta dulce aventura que nos condujo a la creación de Galtec”, mencionó el profesor honorario, al inicio de su alocución.
Brindó su homenaje, agradecimiento y reconocimiento a la universidad pública y al Conicet: todo el camino recorrido y todos los descubrimientos realizados no hubieran sido posible sin estas instituciones, dijo.
Rabinovich es un bioquímico y Doctor en Ciencias Químicas, recibido en la Universidad Nacional de Córdoba. Es reconocido por el descubrimiento de mecanismos de escape tumoral y de regulación de la respuesta inflamatoria, que permitieron el diseño de nuevos agentes terapéuticos en cáncer y enfermedades autoinmunes basados en la modulación de la interacción entre galectinas y glicanos. Se desempeña como investigador superior del Conicet y profesor titular regular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
En 1993, Rabinovich identificó el rol clave de la proteína Galectina-1 en el sistema inmune, y durante las tres décadas siguientes participó y dirigió numerosas investigaciones -publicadas en prestigiosas revistas científicas internacionales-, que permitieron establecer las funciones de esa proteína en la regulación del sistema inmune en distintos escenarios fisiológicos y patológicos.
“Si ser científicos es intentar, en primer lugar, comprender las diferentes realidades, siento que no podemos desentendernos del paradigma dual que nuestra actividad nos impone. Aportar el desarrollo del conocimiento y garantizar que nuestros logros sean accesibles por igual a todos los hombres, a toda la sociedad. Pero no podremos solos”, sostuvo. “Necesitamos el apoyo de todos, particularmente de nuestros gobernantes que no pueden eludir sus responsabilidades. Que generen políticas públicas que cuiden la educación, preserven la salud de la población, particularmente de los más vulnerables y defiendan la ciencia y la tecnología”.
Cuestionó el desfinanciamiento a la ciencia y tecnología por parte del Gobierno nacional. “La desfinanciación y menosprecio de nuestra tarea por parte del Gobierno nacional es extremadamente preocupante, al igual que la incapacidad de hacer frente a los compromisos asumidos por parte de la Agencia de Promoción Científica y las dificultades que enfrenta el Conicet. En relación al ingreso efectivo de investigadores de carrera y fondos para subsistencia de los institutos”, dijo.
Crisis presupuestaria de las universidades
También resaltó las crisis presupuestarias de las universidades. “Esto, sumado a la falta de cuidado de nuestras queridas universidades públicas, nos plantea un horizonte muy complejo y nos convoca a una lucha colectiva para preservar lo logrado y no bajar los brazos. ¿Cómo podemos conseguir un país justo, rico, libre, federal e inclusivo, sin educación, sin cultura y sin ciencia, sin el cuidado de nuestros pacientes, de nuestros jóvenes y de nuestros queridos jubilados?”, se preguntó.
“Estamos a tiempo”, agregó. “Tengo la firme convicción de que como hombres de ciencia debemos luchar por una sociedad más equitativa que contribuya a erradicar la desnutrición y la pobreza, investigar nuevas fuentes de energía, crear nuevos alimentos y medicamentos y aliviar con nuestro trabajo el sufrimiento de millones de pacientes en hospitales a lo largo y a lo ancho de todo el país. Esta debe ser nuestra misión, independientemente de los vientos políticos, de las mareas económicas y de los objetivos individuales”, dijo.
El acto
El Salón del Consejo Superior lució colmado con la presencia de docentes investigadoras/res de todas las facultades en un acto presidido por la vicerrectora, María Ema Martin; el secretario de Investigación, Walter Bertotto; y el reconocido investigador Rabinovich.
Participaron la decana de la Facultad de Ciencias Humanas, Beatriz Cossio; los decanos de Ciencias Económicas y Jurídicas, Francisco Marull, de Ciencias Veterinarias, Abelardo Ferrán, y de Ingeniería, Daniel Mandrile; el vicedecano de Exactas y Naturales, Jaime Bernardo,s y equipos técnicos de las Secretarías de Ciencia, Técnica, Investigación de las Facultades.
María Ema Martín destacó que “las Universidades se constituyen entonces no sólo como espacios de enseñanza, sino como motores fundamentales de la innovación, el desarrollo tecnológico y el avance del conocimiento”, mientras describió el complejo panorama que atraviesan las universidades públicas. “La investigación científica no es un lujo ni un gasto prescindible: es una inversión estratégica para el desarrollo de la sociedad. Pero el desfinanciamiento de la ciencia no solo afecta a investigadores y docentes, sino que tiene consecuencias directas en la economía y el bienestar social”, dijo.
Además, mencionó las consideraciones del Consejo Interuniversitario Nacional, presidido por el rector de la UNLPam, Oscar Daniel Alpa, que subraya que, en Argentina, más del 70 % de la producción científica se origina en el sistema universitario nacional y la totalidad de la formación doctoral de nuestros profesionales está a cargo de nuestras instituciones, que además contribuyen a financiar la mayoría de sus trabajos de investigación.
