El flamante presidente de La Libertad Avanza en La Pampa, Adrián Ravier, cruzó duramente a la UCR y el Pro, en medio de las negociaciones para intentar sumarlos a un frente electoral de cara a las legislativas nacionales de octubre.
Ravier, en un posteo en X, criticó la supuesta falta de definiciones ideológicas de los principales partidos políticos tradicionales y sostuvo que solo su espacio y algunos sectores de la izquierda mantienen una identidad clara. “Con excepción de La Libertad Avanza y algunos partidos de izquierda, parece que el resto ya no saben qué ideas representan. No tienen identidad”, expresó Ravier en un mensaje difundido a través de sus redes sociales.
El economista y dirigente libertario puso como ejemplo las contradicciones internas de fuerzas como la Unión Cívica Radical, el Partido Justicialista, el Movimiento de Integración y Desarrollo, y el Pro. “La UCR, ¿es la de Alem o la de Raúl Alfonsín? El PJ, ¿es el menemismo o el kirchnerismo? El MID de Frondizi, ¿es el de Alsogaray o el de Frigerio? El PRO, ¿es el de Macri o el de Larreta?”, se preguntó Ravier.
Si bien sus expresiones parecen hacer foco en la situación general de los partidos a nivel nacional, indefectiblemente hay una lectura local: Ravier es quien está encabezando en la provincia las negociaciones con la UCR y el Pro para, eventualmente, hacer un frente electoral.
Poco después, Federico Guidugli, presidente del Comité Provincia de la UCR, salió con dureza a cuestionar al presidente de La Libertad Avanza. “Cuando arrancás en política y no sabes que hacer para que te levanten haces esto, romper puentes con todos y agraviar a nuestros próceres partidarios. La UCR representa a millones de argentinos hace más de 130 años. Equidad, producción, trabajo y libertad mucho antes que ustedes”, sostuvo.
En rigor, más que negociar, hasta el momento Ravier está imponiendo: como publicó la semana Diario Textual, exigió que el sello sea de LLA; una boleta de color violeta; y que un libertario -es decir, él mismo- encabece la lista.
En esas condiciones, la UCR ya le bajó el pulgar. De todas maneras, aún hay sectores del radicalismo que mantienen contactos para, eventualmente, tratar de acercar posiciones. Lo mismo pasa con el Pro.
