El fenómeno de expansión del maní sigue en crecimiento en el norte y noreste de La Pampa. Según estimó la Bolsa de Cereales de Córdoba a partir de imágenes satelitales, con la campaña estival acercándose a su cierre, el maní sobresale con una producción récord que duplica ampliamente el promedio histórico en nuestra provincia.
De acuerdo a los datos aportados, el maní creció un 88% interanual, donde se sembraron 31.900 hectáreas, y la producción fue de casi 75 mil toneladas. La variación histórica mejoró un 93%.
Esta producción hasta hace solo algunos años difícilmente salía de la provincia de Córdoba, donde se erige un polo agroindustrial exportador de excelencia. Pero, a raíz de la necesidad de rotar los lotes donde se siembra maní (ya que no se puede repetir su implantación hasta dentro de 5 años), sumado al creciente interés comercial, los productores cordobeses han ido expandiendo los alquileres de campos en Santa Fe, Buenos Aires y noroeste de La Pampa.
Hay otro factor: los productores, donde están los mejores potenciales de rendimiento agrícola, están optando por ceder sus tierras a las empresas sembradoras de maní, y así obtener buenos ingresos y con menos riesgo que el de una siembra tradicional.
En el caso de La Pampa ya se han visto lotes de maní en proximidades de Catriló. Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, con la campaña estival acercándose a su cierre, el maní sobresale con una producción récord que duplica ampliamente el promedio histórico, acompañado por el girasol, que logró la segunda mejor producción provincial.
“En junio se incorporaron los datos de superficie sembrada obtenidos a partir de la clasificación de imágenes satelitales, reemplazando las estimaciones anteriores que provenían de reportes de colaboradores. Esta nueva metodología indicó una reducción en la superficie sembrada de maíz y soja respecto a lo previamente informado, mientras que para sorgo y maní se detectó una mayor área implantada”, comunicó la bolsa.
“En cuanto a la evolución de la campaña, destaca el maní, que alcanzaría una producción récord debido a una expansión significativa del área sembrada, la mayor desde que se tienen registros y que duplica ampliamente el promedio histórico provincial. La cosecha se realizaba con normalidad, aunque se registraron algunas demoras puntuales debido a la humedad en sectores como Chapaleufú. Los mejores rindes se dieron en la zona de Ingeniero Luiggi, donde rondan los 32 qq/ha de grano limpio y seco”, agregó.
A su vez, la cosecha de maíz está avanzando lentamente, con la mayoría de los maíces tempranos
recolectados. Respecto a la estimación anterior, el rinde promedio de los maíces tempranos
aumentó 2 quintales, mientras que para los sembrados en fechas tardías se registró una caída
de casi 3 quintales en promedio. Según técnicos zonales, muchos lotes inicialmente
destinados a cosecha debieron redirigirse a pastoreo directo por mala condición, producto
del estrés hídrico y térmico que atravesaron durante el ciclo. Considerando todas las fechas
de siembra se trata del menor rinde promedio desde que se tienen registros. Aun así, en
algunas zonas como Maracó, permanecen buenas expectativas para el maíz sembrado en
fechas tardías, especialmente en planteos sin antecesor invernal, donde se estiman
rendimientos cercanos a los 84 quintales.
La campaña de soja cerró en mayo con resultados moderados: mostró un rendimiento
levemente superior al del ciclo anterior, aunque tanto la superficie como la producción total
se mantuvieron por debajo del promedio histórico provincial.
En tanto, hacia fines de junio la cosecha de sorgo avanzaba con demoras por humedad. El 80% de la
superficie sembrada se destinó a forraje y de las casi 15 mil hectáreas implantadas para grano,
aproximadamente el 11% sufrió pérdidas totales por heladas tempranas y sequía.