“Hoy no tenía ganas de venir a trabajar”. Así lo dijo un albañil de 30 años de edad, al ser detenido, por llamar al 101 y alertar que en la vereda de la sede central de la Universidad Nacional de La Pampa, en Santa Rosa, había una bomba. Al final se confirmó que la advertencia era falsa.
La amenaza de bomba ocurrió cerca de las 8.30. Unos 15 minutos después, las autoridades universitarias pidieron al personal docente y no docente, más los estudiantes, desalojar todas las oficinas y aulas. Salieron por el sector que da a la avenida San Martín.
Las autoridades actuaron a partir de un llamado al Centro de Control, Operación y Monitoreo (Cecom), de la Policía, donde se advirtió de la colocación de una bomba.
Personal policial se acercó al lugar para inspeccionar. Pero ya pasadas las 9.45 concluyó el operativo y no encontraron ningún artefacto sospechoso.
Cerca de las 10, a partir de la identificación del teléfono celular desde donde se efectuó la amenaza, detuvieron sobre la calle Gil a un sospechoso: es un albañil de 30 años, que trabajaba en el subsuelo de la UNLPam, en la refacción de la biblioteca.
“Hoy no tenía ganas de trabajar”, habría justificado, cuando fue detenido. De todas maneras, se espera su declaración ante el juez federal Juan José Baric.
Iara Silvestre, fiscal de la causa, dijo que el delito que, en principio, se le imputaría sería el de “intimidación pública”.
“En principio el detenido sería quien efectuó la llamada, donde decía que había una bomba, y a partir de ese número, se lo registró, y nos llevó a esta persona que ahora será indagado por el juez que entiende en la causa. En función del análisis de esas pruebas se confirmará si es el autor o no de la amenaza”, dijo la fiscal.