La médica María Candelaria García Nebbia, oriunda de Realicó, denunció haber sido víctima de un violento episodio protagonizado por el jefe de la comisaría de Taco Pozo, en la provincia de Chaco, mientras realizaba tareas solidarias junto a un grupo de profesionales voluntarios.
García Nebbia integra la Fundación Todos por Todos, que viajó hasta esa localidad para brindar atención médica gratuita a familias en situación de extrema vulnerabilidad. “Atendimos casi 200 pacientes el viernes y más de 300 el sábado. El domingo, cuando nos disponíamos a regresar, un compañero fue golpeado y descubrimos que el agresor era el propio comisario”, relató en diálogo con Impacto.
Según la médica, el funcionario policial se encontraba en estado de ebriedad y reaccionó con violencia. “Quiso secuestrar nuestras camionetas y, en medio de esa situación, determinó que yo quedara detenida. Estuve incomunicada casi dos horas, sin explicaciones”, señaló. Incluso, durante su retención, otros efectivos admitieron que el jefe policial solía maltratar también a su propio personal.
La médica pampeana subrayó que, más allá del mal momento, la experiencia solidaria fue profundamente enriquecedora: “Un paciente me agradeció en la misma comisaría donde estaba detenida. Eso es lo que uno se lleva”.
Un viaje marcado por la realidad chaqueña
Durante su paso por Taco Pozo, el equipo médico atendió cientos de consultas vinculadas a desnutrición, bajo peso en niños, chagas y enfermedades crónicas sin control. García Nebbia destacó la enorme desigualdad sanitaria: “Para llegar a un hospital, los pobladores deben recorrer hasta 360 kilómetros”.
El grupo radicó una denuncia penal contra el comisario. La Fiscalía de Derechos Humanos de Chaco, a cargo de Verónica Bajtek, tomó intervención y ordenó actuaciones de manera urgente.
“Nada nos va a detener”
García Nebbia, hija del médico y concejal realiquense Javier García y de la también médica Lourdes Nebbia, remarcó que lo vivido refuerza aún más el compromiso solidario: “Nada ni nadie va a opacar lo que hacemos. Esto nos pasó a nosotros, pero visibiliza lo que viven esas comunidades todos los días. En ese contexto entendés el sentido real de la medicina: trabajar con lo básico, con humanidad”.
Los voluntarios regresaron a Córdoba luego de la denuncia, pero aseguraron que continuarán con sus acciones en distintos puntos del país.