Ana Contreras, la docente de General Pico que fue apartada de su cargo por sus declaraciones en el conflicto de Medio Oriente, celebró el fallo del Superior Tribunal de Justicia de La Pampa que la absolvió y elogió a la exalumna de origen judío con la que mantuvo el cruce que derivó en el proceso judicial por parte de su familia. “La acompañé y le dije que ella no estaba inventando”, expresó, en referencia al momento cuando la joven manifestó que el grupo Hamas quiere matar a los judíos. “Sentí que tuvo lugar en el espacio del aula para argumentar y, sin embargo, la familia, decidió denunciarme”, expresó. “Me gustaría decirle que no odio su condición”, agregó.
Contreras fue denunciada por supuesto maltrato psíquico contra la adolescente, de origen judío, cuando en el aula, al ser consultada, se refirió al conflicto entre Palestina e Israel: dijo que el Estado israelí, como hasta ahora reconoce la propia ONU, está aplicando un genocidio en la Franja de Gaza.
Ahora, luego de este fallo del STJ, Contreras brindó una conferencia de prensa en la sede del gremio de Utelpa, donde relató el calvario que sufrió en el último tiempo. La docente agradeció a sus compañeros y compañeras del Colegio República del Salvador, de General Pico, que la respaldaron. “Estuvieron ahí, dándome mucha fuerza en las semanas más complejas, lo mismo que a los compañeros de UTELPa, del CITEP, a todos los que creen que juntarse en el sindicato, es necesario, por más que pensemos lo que pensemos, en un amplio espectro político”, dijo.
“Los docentes nos entendemos con solo mirarnos, hacemos todos los días lo mismo. Estamos expuestos a las mismas condiciones materiales”, dijo. “Es un fallo que, más allá de mi caso personal, me alegra que la Justicia pampeana haya decidido que los hijos de los trabajadores, tengamos algo de acceso a la justicia. Es un fallo que alegró a toda la comunidad docente en general y a la militancia de Derechos Humanos”, resaltó Contreras.
Contreras dijo que todavía no sabe cómo sigue su futuro laboral. “El Ministerio de Educación se tiene que poner en contacto conmigo para ver la vía sumarial. Desde lo personal, esto fue un enorme aprendizaje existencial y sindical. Quiero que se dimensione que una clase dura 80 minutos, tenía un primer módulo y entre que empiezo a explicar, traigo la tele para poner los videos que estábamos viendo”, expresó.
“Entonces, surge esa pregunta, que se remitió a una sola clase, con una alumna que tenía 10 en todos los trimestres y con la que yo me llevaba muy bien, a la cual me gustaría decirle ‘tu profe no odia tu condición’. Ellos no tenían una práctica del judaísmo, en términos religiosos y me gustaría que mi exalumna supiera que su profe a la fecha sigue pensando que va a tener un futuro muy lindo y que es una excelente alumna”, dijo Contreras.
“Y que lo que surgió fue una pregunta, a la cual contextualicé. Soy una persona que sigue la agenda de Derechos Humanos desde hace muchos años y yo venía informada de lo que pasaba en Medio Oriente. Es un tema complejo y quienes conocemos la Historia, sabemos que esto no empezó el 7 de octubre y que estamos interiorizados en el tema, simplemente di una contextualización. No era ni sabía lo que sé ahora de la causa y lo que dije en ese momento es que, por la respuesta desmesurada, había chances para encuadrarlo en un genocidio”, manifestó.
“Esa respuesta, es lo que efectivamente, a dos años del comienzo de esta cuestión espantosa en Medio Oriente, se termina estipulando”, agregó. “Los mayores especialistas en el tema acaban, tarde, de dictaminar que lo que está ocurriendo en Medio Oriente es un genocidio”, sostuvo.
“Como profesora, me debo a la verdad histórica y a la formación. Y eso fue lo que hice. Es más, la alumna preguntó en algún momento: ‘Hamás quiere matar a todos los judíos’. Le dije que sí, que, en su carta fundacional, dice eso. Que tiene razón. Como profe, yo la acompañé a decirle que ella no estaba inventando. Sentí que tuvo lugar en el espacio del aula para hacerlo y, sin embargo, la familia, decidió denunciarme”, repasó la docente.
“Creo que el aula es un lugar donde tiene que haber espacio para plantear las diferencias, los pensamientos. Las escuelas tienen un montón de mecanismos para sortear el conflicto y el malestar. Pero no fueron atendidos y se decidió ir a la Justicia sin sentarse a charlar en ningún momento, que es a lo que siempre intentamos llegar”, dijo Contreras.