Mientras en el concejo deliberante se dilata la ordenanza para regular las plataformas digitales de transporte de personas, la multinacional Uber -que desembarcó en Santa Rosa hace un año- generó una grieta entre los taxistas: una parada, La Terminal, ratificó la prohibición de que sus asociados trabajen con la aplicación, pero la otra base, Radio Taxi Centro, habilitó la posibilidad de que sus choferes puedan operar simultáneamente con la aplicación.
La realidad indica que en Santa Rosa el uso de Uber creció exponencialmente desde que la aplicación comenzó a operar en la capital provincial. Simultáneamente cayó fuerte la utilización de los taxis. Según dijeron en una manifestación que realizaron días atrás en el concejo deliberante, la caída alcanza al 60%.
Este contexto puso en jaque la rentabilidad del servicio de taxi regulado y muchos choferes no tuvieron otro remedio que empezar a trabajar con la plataforma. Tal es así que la semana pasada un propietario de una licencia, Raúl Eduardo Jaliff, le envió una nota a la presidenta del concejo deliberante, Romina Montes de Oca, en la que le solicitó obtener el permiso municipal para adherir su vehículo a las plataformas digitales, como Uber.
El avance de Uber abrió una grieta entre los taxistas. Hay un grupo que hace unos días fue al concejo deliberante a pedir que apure la ordenanza para regular la aplicación Uber y les imploraron a los concejales que no les “suelten la mano” porque están en “emergencia”.
Del otro lado hay choferes que ya están trabajando como taxi y como Uber y también piden que los dejen seguir trabajando con ambos sistemas porque no llegan a fin de mes.
Lo cierto es que Uber está consolidado en la ciudad y logró que la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería rechazara un recurso de apelación presentado por propietarios de taxis y remises que pretendía prohibir el funcionamiento de la aplicación. De esta manera, sigue en pie en Santa Rosa.