El peronismo ganó ajustadamente a La Libertad Avanza en La Pampa, pero el festejo se empañó por la interna descarnada que volvió a aflorar. Por la mañana, en medio de la elección, hubo una declaración explosiva del exgobernador Carlos Verna que apuntó a dirigentes cercanos a Sergio Ziliotto y calificó a Abelardo Ferrán de “mal candidato”. Y por la noche, en la sede del PJ, se registró un tumulto, con insultos, escupitajos y trompadas al aire, cuando el intendente Luciano di Nápoli se acercó a los festejos y hubo militantes que le recriminaron que no trabajó o trabajó a reglamento en la campaña. Carmina Besga, su esposa y funcionaria municipal, dijo que Elsa Labegorra organizó el repudio al jefe comunal.
Con el gobernador Sergio Ziliotto a la cabeza de la estrategia y la lapicera, el Frente Defendemos La Pampa venció ajustadamente este domingo a La Libertad Avanza en las elecciones legislativas, se quedó con dos de las tres bancas en juego y así recuperó la que había perdido en 2021. El radicalismo no logró quebrar la polarización y quedó tercero, lejos, y así perdió su banca.
Con el 99,9 % de las mesas escrutadas y un total de 209.416 votos emitidos, el Frente Defendemos La Pampa logró el 44,6 % (90.376 votos); La Libertad Avanza, 43,6 % (88.409 votos); y la UCR se quedó sin banca, víctima de la polarización, con 8,6% (17.440). De esta manera, el peronismo obtuvo dos bancas y los libertarios una: los diputados serán los peronistas Abelardo Ferrán y Varinia Marín (que repite mandato) y el libertario Adrián Ravier.
El peronismo ganó en Santa Rosa, Toay, Victorica y el oeste. La Libertad Avanza se impuso en General Pico, General Acha, Realicó, Eduardo Castex, 25 de Mayo, casi todo el norte provincial, y en el sur.
El radicalismo, que se presentó con el Frente Cambia La Pampa, este domingo no logró romper la polarización y perdió la banca de diputados nacionales. Federico Guidugli, cuya candidatura surgió en medio de fuertes turbulencias y disputas en el partido, cayó ante los candidatos del PJ y de La Libertad Avanza.
El enojo con Luciano y las declaraciones de Carmina
Hubo militantes que se mostraron muy enojados con el intendente, en los festejos en la sede del PJ. Fue cuando el jefe comunal ingresó con su grupo con el cántico “Para Luciano, la conducción”, en un desafío a Ziliotto.
En ese momento, militantes de otros sectores del peronismo le enrostraron que se sumó tarde a militar, que trabajó a reglamento y que incluso hoy mantuvo cerrado los locales que controla. Algunos dijeron que los había traicionado.
También Carmina Besga, funcionaria y esposa de Di Nápoli, la ligó: fue cuestionada por mujeres militantes.
En medio de los tumultos, los militantes y funcionarios que responden a Ziliotto -algunos con la inscripción en sus remeras de “Nos hicimos cargo en octubre” y “LTA”- abandonaron el salón del PJ y se ubicaron en la vereda.
Besga, en declaraciones a la prensa, le apuntó a Elsa Labegorra, jefa de la campaña: dijo que ella dio la orden de vaciar el lugar. “Nosotros aportamos a recuperar el diputado que habíamos perdido, pero hubo una orden de una procesada, condenada y exonerada, jefa del PJ, que dio la orden de vaciar e insultar al compañero intendente”, lanzó.
Posteriormente, ya cuando había llegado Ziliotto, subió a Di Nápoli al escenario. Una suerte de tregua en medio de un clima de tensión.
La bronca con Verna
Por la mañana, en medio de la elección y rompiendo la veda, Carlos Verna, el jefe de la línea Plural, provocó un terremoto interno: llamó a conferencia de prensa, luego de votar en General Pico, y le pegó, directamente, al secretario general de la Gobernación, José Vanini, al senador nacional Daniel Bensusán, y al candidato a primer diputado nacional del frente peronista Abelardo Ferrán. Entre otros puntos, en lo que se leyó como una jugada para hacer daño al propio peronismo y en definitiva favorecer a los libertarios, dijo que Ferrán es “un mal candidato” y un “mentiroso”, y comparó a Vanini con Judas.
Dijo que no participó de la campaña porque no lo invitaron y anticipó que el peronismo iba a ganar.
En la militancia de General Pico hubo muestras de bronca por las redes sociales: dijeron que era inentendible, inoportuno y que la jugada tenía, incluso, olor a traición.
Verna, como ya lo hizo en 2021, no apareció en la campaña y decidió romper el silencio con una puesta en escena: llamó a una conferencia de prensa, luego de votar.
Esas declaraciones solo se entienden dentro de la lógica del propio Verna: romper, marcar la cancha e intentar imponer condiciones en la distribución por las cuotas de poder, con la mira en 2027. Pero ahora, además, lo hizo en el momento del inicio de la elección. Es decir, no se contuvo y lanzó la granada cuando se estaba votando. En la militancia hubo bronca porque, entienden, tuvo la intención de generar daño.
De Vanini dijo que llegó al cargo por ser su sobrino político y, al hacer una comparación bíblica, lo calificó de ser un “Judas”, por haberlo traicionado. Sostuvo que era un mal funcionario y que le había pedido que lo echara, pero Ziliotto decidió sostenerlo en el cargo. Lo llamativo es que el propio Verna le dio cargos clave, como el del fiscal de Estado.
Le hizo una clara advertencia al gobernador: que, por las peleas que tiene con Vanini, la vicegobernadora Alicia Mayoral podría votar en contra del oficialismo, en algunos de los desempates en la Legislatura. En definitiva, dejó en claro que toda ley que no salga será responsabilidad de sus seis diputados provinciales y de Mayoral.