La interna del peronismo en la Legislatura provincial sigue escalando. Los seis diputados del ultravernismo, que ya vienen tensionando con la administración de Sergio Ziliotto por El Medanito y -se espera- también por el proyecto de ley del Presupuesto 2026, ahora comenzaron a pedir la cabeza del presidente del bloque del Frejupa, Espartaco “Taco” Marín.
“Tenemos un presidente de bloque que no conduce”, disparó Silvia Larreta contra “Taco” durante la sesión, supuestamente molesta por el tratamiento de un proyecto de ley. En rigor, Larreta fue la que se desmarcó: 14 de los peronistas -entre ellos, 5 del vernismo- votaron en un sentido y la diputada oriunda de Rancul en contra.
Marín hijo llegó a la presidencia del bloque luego de un acuerdo alcanzado en 2023 entre el líder de la línea Plural, Carlos Verna, y el entonces jefe de Convergencia, Rubén Marín. Sin embargo, el ritmo del bloque es manejado por Daniel Lovera y Hernán Pérez Araujo, las principales espadas de Verna en la Legislatura.

Este nuevo conflicto que sale a la luz tiene como telón de fondo la relación entre los seis diputados provinciales que responden a Verna y el Gobierno de Ziliotto. El propio exgobernador, el domingo pasado en plena jornada electoral, cuestionó al entonces candidato Abelardo Ferrán por ser dijo mal candidato y envió un mensaje directo y sin anestesia al mandatario provincial: advirtió que José Vanini -mano derecha de Ziliotto- mantiene una mala relación con los legisladores ultravernistas y con la presidenta de la Legislatura, Alicia Mayoral, lo que podría complicar las futuras votaciones de leyes que necesita la Provincia. Todo un mensaje que -se leyó- tuvo el objetivo de condicionar la gobernabilidad de Ziliotto y, a la vez, mantener o incrementar la cuota de poder a la hora de definir las candidaturas de 2027.
En ese contexto, la diputada nacional y hermana de “Taco”, Varinia Marín, deslizó una crítica hacia Verna por haber realizado esas declaraciones en pleno acto eleccionario. “Yo no espero que me inviten. Voy y me ofrezco”, dijo la legisladora que logró la reelección, frente al intento de Verna de intentar justificar su ausencia en la campaña a una falta de invitación del partido.
Además, hay que recordar el ataque personal y destemplado del mismo Verna a Marín hijo, en medio de la discusión pública Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), en agosto del 2024. Una señal de que el “paraguas” del cuatro veces gobernador Rubén Marín -ya fallecido para esa fecha- no estaba más.
Hay más. Ferrán no solo fue atacado por Verna. En la Legislatura se comenta con insistencia sobre dos campañas contra el principal candidato del peronismo que se habrían pergeñado en oficinas legislativas. Una de esas versiones indican que una expareja de Ferrán, que trabaja como auxiliar, habría sido presionada, sin éxito, para que grabe un video en contra del ahora diputado electo. La otra es una campaña en las redes -principalmente TikTok y Facebook- de un “influencer” que ha sido candidato a concejal en Santa Rosa y sigue vinculado a allegados al bloque peronista: según consta en las páginas de Facebook, invirtió casi 6 millones de pesos en un solo video. “No tiene dónde caerse muerto y de un día para el otro pone 6 millones para que se viralice. Rarísimo, al menos…”, dijeron dirigentes peronistas a Diario Textual.
Por lo pronto, en la semana se reavivó el conflicto entre los ultravernistas y la administración de Ziliotto por la licitación del área hidrocarburífera El Medanito. Noelia Sosa, una de las seis legisladoras del vernismo, avisó que el anteproyecto de pliego licitatorio del área, elaborado por el Poder Ejecutivo, no respeta lo establecido por la Ley 3620 en materia de regalías y podría generar un perjuicio económico para la Provincia. Desde el Gobierno la desmintieron.
Además, se descuenta que la próxima pelea en la Legislatura será por el Presupuesto 2026, que el Gobierno de Sergio Ziliotto presentará en menos de una semana. Según adelantó el propio mandatario a los intendentes, habrá un nuevo ajuste a raíz de la caída de la recaudación -y, por ende, de la coparticipación-, la retención ilegal de fondos por parte de Nación y el incremento de los gastos que la Provincia debió asumir al hacerse cargo de obligaciones que antes afrontaba la Casa Rosada.


