La Comisión Provincial de Emergencia y Asistencia Agropecuaria, convocada por el Ministerio de la Producción de La Pampa, determinó la continuidad del estado de emergencia desde el 1 de noviembre de 2025 hasta el 30 de abril de 2026, en los departamentos Lihuel Calel, Curacó, Caleu Caleu y Puelén.
El encuentro estuvo encabezado por la ministra de la Producción, Fernanda González, y contó con la participación de representantes de los organismos provinciales y nacionales que integran dicha Comisión, junto a referentes de las entidades agropecuarias. Participaron el subsecretario de Asuntos Agrarios, Ricardo Baraldi, los directores de Ganadería, Marcelo Lluch, de Recursos Naturales, Carlos Bonnemezón, de Agricultura, Natalia Ovando y de Defensa Civil del Ministerio de Gobierno, David García, además del subdirector de Agricultura, Sergio Baudracco.
En representación de los organismos nacionales asistieron Ezequiel Fernández (SENASA) y Pablo Vázquez (INTA). Por las entidades gremiales agropecuarias, Marcelo Rodríguez (CARBAP), Juan Botting (SRA), Ulises Forte (FAA) y León Iruretagoyena (CONINAGRO).
Durante el encuentro, INTA presentó las perspectivas climáticas e hídricas para los próximos meses, señalando que, si bien se prevén algunas precipitaciones en sectores del centro y este provincial, las reservas de humedad aún se mantienen por debajo de lo normal en algunos sectores del oeste y sur.
Técnicos de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios brindaron un informe actualizado sobre la situación de emergencia agropecuaria por sequía, destacando la vigencia del Decreto N° 2390/25, que establece el estado de emergencia desde el 1 de noviembre de 2025 hasta el 30 de abril de 2026, e incluye parte de los departamentos de Lihuel Calel, Curacó, Caleu Caleu y Puelén.

La ministra González explicó a la Agencia Provincial de Noticias que la reunión permitió revisar la evolución de la emergencia agropecuaria y analizar los pronósticos para los próximos meses, que indican un “escenario incierto”.
El director de Ganadería explicó que los campos del sur provincial necesitarán más tiempo para recuperarse, ya que son sistemas con resiliencia más lenta. “En las zonas donde se mantiene la emergencia, se observa escasez de forraje y la hacienda presenta un estado corporal de regular a malo, lo que evidencia el impacto sostenido de la sequía”, sostuvo Marcelo Lluch.
La directora de Agricultura remarcó la importancia de mantener los monitoreos a nivel territorial de las áreas que no se encuentran en emergencia, para conocer cómo transita la campaña de gruesa, considerando los fenómenos climáticos adversos que se vienen registrando, como heladas o estrés térmico e hídrico. “Los pronósticos anticipan un verano con lluvias normales pero temperaturas más altas de lo habitual, por lo que el seguimiento continuo resulta clave para orientar las acciones de acompañamiento y brindar respuestas oportunas al sector”, añadió Natalia Ovando.
En tanto, el director de Defensa Civil, destacó el trabajo de manera coordinada con bomberos voluntarios, municipios y entidades rurales para prevenir los incendios y reducir sus consecuencias. “La anticipación y la comunicación permanente son claves para cuidar la vida de las personas, proteger la producción y evitar daños irreparables al ambiente”, expresó.
Y desde ese organismo recordaron la importancia de mantener las picadas cortafuego limpias y en condiciones, especialmente durante el período estival, cuando aumenta el riesgo de propagación del fuego. “La temporada oficial de incendios rurales rige desde el 1 de noviembre, por lo que se recomienda extremar las medidas preventivas y dar aviso inmediato ante cualquier foco o columna de humo”, dijo García.


