El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires encendió una alarma sanitaria al confirmar un incremento sostenido de casos de tos convulsa, enfermedad también conocida como coqueluche o pertussis, y alertó sobre la baja cobertura de vacunación en el territorio. Según el último Boletín Epidemiológico, hasta el 29 de octubre se registraron 783 casos sospechosos, de los cuales 181 fueron confirmados y 164 permanecen bajo estudio, mientras que cinco bebés fallecieron por complicaciones respiratorias derivadas de la infección.
Las autoridades precisaron que las víctimas eran niños de entre un mes y dos años: cuatro de ellos debían haber recibido la vacuna, pero no contaban con ninguna aplicación registrada. El quinto caso, correspondiente a un recién nacido, carecía de inmunidad debido a que su madre no había sido vacunada durante la gestación.
La tos convulsa es una infección altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis, que afecta principalmente a lactantes y niños menores de un año. Si bien su mortalidad es baja, la falta de vacunación puede derivar en bronconeumonía, convulsiones, apnea, cianosis o daño neurológico cuando no se diagnostica a tiempo o en pacientes sin protección inmunológica.
La enfermedad evoluciona en tres etapas: una fase inicial, con síntomas leves similares a un resfrío; una fase paroxística, caracterizada por ataques intensos de tos seguidos de un sonido agudo al inhalar —conocido como “estridor inspiratorio”—; y un período de convalecencia, en el que los episodios disminuyen gradualmente.
El informe remarca que la vacunación materna y el cumplimiento del calendario infantil son fundamentales para frenar la propagación de la tos convulsa. Aunque adolescentes y adultos que ya poseen defensas —ya sea por haber sido vacunados o por una infección previa— suelen cursar la enfermedad con síntomas leves o con una tos persistente, pueden transmitir la bacteria a bebés no inmunizados, quienes enfrentan los mayores riesgos de complicaciones graves. Por ello, mantener las dosis al día en toda la familia se vuelve, así, una herramienta clave para prevenir nuevos brotes.


