Al menos 16 personas murieron y decenas resultaron heridas este domingo durante un ataque armado perpetrado por dos hombres contra una celebración de una festividad judía en la playa de Bondi, en Sídney. Las autoridades australianas calificaron el hecho como un atentado terrorista. Uno de los agresores fue abatido por la policía y el otro quedó detenido.
La masacre ocurrió en una de las playas más icónicas y concurridas de Australia y se produjo en un contexto de aumento de los ataques antisemitas en el país durante el último año, aunque las autoridades aclararon que, por el momento, no existe una vinculación directa entre esos episodios previos y el tiroteo del domingo. Se trata del ataque armado más letal en casi tres décadas en una nación con estrictas leyes de control de armas.
El ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Ryan Park, confirmó que 38 personas resultaron heridas, entre ellas cuatro niños. Según precisó, las lesiones van de graves a críticas. “Rezo y espero que estas personas puedan superar las próximas horas y días”, señaló, de acuerdo con medios locales.
Fuentes policiales indicaron que uno de los atacantes murió tras ser neutralizado por los efectivos, mientras que el segundo fue arrestado y permanece en estado crítico. Las autoridades informaron además que uno de los sospechosos era conocido por los servicios de seguridad, aunque no existía ninguna amenaza específica previa al ataque.
Uno de los presuntos terroristas fue identificado como Naveed Akram, un albañil de 24 años que había perdido su empleo recientemente. Según The Sydney Morning Herald, aún no se precisó si se trata del agresor abatido o del que permanece internado.
En los momentos posteriores al atentado comenzó a circular en redes sociales un video que muestra a uno de los testigos de la situación que se encontraba en el lugar y que tuvo un increíble acto heroísmo. El civil tomó por detrás a uno de los terroristas y le sacó el arma con la que disparaba.


