Un cazador de 39 años de edad murió en la madrugada de este lunes al ser baleado con un fusil por su amigo, cuando juntos estaban cazando en un campo de Luan Toro, informaron fuentes oficiales a Diario Textual. En una cacería donde se revelaron un par de incidentes por negligencia, los investigadores dijeron que fue confundido con un ciervo. La víctima fatal fue identificada como Maximiliano Rivera.
Este nuevo hecho ocurrió a medianoche en un campo ubicado a 30 kilómetros de Luan Toro y 70 de Toay. Falleció cerca de las 3 de la madrugada.
Rivera tenía 39 años y era oriundo de la localidad bonaerense de 9 de Julio. Su amigo, Omar Adrover y de 53 años, fue detenido. Es de Bolívar. Será indagado el martes.
El grupo estaba compuesto por cuatro cazadores de 9 de Julio y Bolívar: tres hombres, acompañados por la esposa de uno de ellos, de entre 39 y 65 años de edad. Alquilaron La Bochita para cazar ciervos y jabalíes. Habían llegado hace un par de días. Pero anoche tres de ellos -Adrover, Rivera y la mujer- decidieron trasladarse a otros predios. Se trata de Los Charcos y El Chipay, donde ocurrió el incidente.
«Fue accidental. Lo baleó un compañero de caza, en medio de la noche», dijeron los investigadores a Diario Textual. «Se cruzó en la línea de tiro y lo confundieron con un ciervo», agregaron.
Dieron otro dato. El día anterior ya la víctima había protagonizado un episodio similar. «Según contó uno de sus compañeros, se cruzó en forma negligente en la línea de caza. Llevaba el arma y un trípode en sus hombros, que en medio de los pastizales simulaba una cornamenta de ciervo. Uno de sus amigos lo tuvo en la mira, a punto de disparar. En la madrugada de hoy, hizo lo mismo: se bajó del apostadero y se cruzó. Pero esta vez uno de los otros cazadores gatilló», contaron fuentes cercanas al caso a Diario Textual.
Se ubicaron en uno de los apostaderos para caza del campo El Chimpay. “Maxi”, en un determinado momento, decidió bajar del escondite y se perdió en la noche. Llevaba un trípode, un “llamador” y un fusil. En un momento, aproximadamente a medianoche, uno de los cazadores, Omar Adrover, observó en la mira lo que parecía un ciervo colorado. Adrover gatilló su fusil e hirió mortalmente a “Maxi”, quien se había cruzado en la línea de tiro dentro del campo Los Charcos.
Omar Adrover hizo unos 10 kilómetros caminando y corriendo hasta La Bochita, donde se encontraba la camioneta Toyota Hilux de Rivera. Una vez allí regresó en la pickup para cargar a sus compañeros.
El hombre fue baleado con un fusil en una nalga. La herida presentaba orificio de entrada pero no de salida. Fue trasladado por sus compañeros, en la caja de una camioneta Hilux, al Hospital Taladriz, de Toay. Allí se lo declaró falleció a las 3 de la madrugada.
En caso de confirmarse la hipótesis más firme, el detenido va a ser imputado por el delito de homicidio culposo. Este martes le tomará indagatoria la fiscal Alejandra Moyano, de Victorica. Posteriormente, en una audiencia de formalización, le comunicarán de qué delito se lo acusa.
En Bernasconi
Este es el segundo caso de este tipo que ocurre durante este mes. En Bernasconi, un productor agropecuario de 68 años de edad murió luego de recibir accidentalmente un disparo con un fusil en la zona de la cadera cuando se encontraba cazando junto a un amigo.
¿Cómo ocurrió? Fernando Giménez colocó el fusil 30.06 -cargado y sin seguro- sobre el asiento de una camioneta y se subió en el lugar del conductor. Poco después intentó subirse, por el lugar del acompañante, Adolfo Broneske. En ese momento, Giménez intentó desplazar el fusil porque apuntaba a su amigo y, allí, se activó el gatillo. Broneske recibió una herida mortal. Para los investigadores fue un accidente producto de la negligencia
Bernasconi: estaba cazando con un amigo y murió de un disparo
En Villa Mercedes
El incidente en Luan Toro es similar a uno ocurrido con dos jóvenes de Realicó, que murieron mientras cazaban en Villa Mercedes, San Luis, en mayo de 2012.
Hernán Ercoreca (37) y Leonardo Javier Torres (23) aparecieron muertos en cercanías de la laguna Soven, al sur de Villa Mercedes. Habían ido hasta allí de cacería.
Uno tenía un disparo en el pecho y el otro, en la cabeza. ¿Qué pasó? Los investigadores se inclinaron por la hipótesis de que uno de ellos confundió a su amigo con un animal y lo mató. Shockeado, el sobreviviente decidió suicidarse.