En el Aula Magna de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) el médico Jorge Maciel dio en la tarde de este viernes una charla en contra del aborto.
La actividad, que había sido repudiada por organizaciones que luchan por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, fue organizada por la agrupación Universitarios por la Vida, conformada por alumnos y docentes de alta casa de estudios. Por la mañana hubo otra charla en el centro universitario de Pico. «En Pico el aula estuvo desbordada», dijeron los organizadores.
En Santa Rosa, el Aula Magna -con capacidad para 500 personas- quedó grande: en el inicio había solo 100 personas. Luego fue llegando más gente, entre 150 y 200 personas.
En la conferencia hubo dos candidatos a gobernador: Juan Carlos Tierno y el pastor evangélico Daniel Robledo.
Jorge Maciel, el médico disertante, es de la ciudad de Cipolleti. Tituló a la conferencia “Aspectos médicos – legales vinculados al aborto”.
Para los pañuelos verdes, decididamente es un «médico antiderechos». Un grupo de estudiantes colocó carteles en el hall, en repudio a la charla. «Bienvenidos Pro Abortos Clandestino», indicaba uno de esos carteles.
En la semana, el Foro Pampeano por el Derecho al Aborto Seguro y Legal había manifestado su “fuerte repudio” a la decisión de las autoridades de la universidad de autorizar esta conferencia en Santa Rosa y en Pico. Había advertido, incluso, que estas charlas iban a “poner en cuestionamiento derechos que ya han sido otorgados» a las mujeres. Pero el Rectorado, a cargo de Oscar Alpa, decidió mantener la autorización. “Nos corresponde a las autoridades hacer efectivas la defensa democrática y la libertad de expresión, incluso más allá o en contra de nuestras propias posturas individuales, como ocurre en el presente caso”, llegó a argumentar el propio rector.
En tanto, este sábado, a partir de las 17 horas, habrá una marcha de los pañuelos celestes por el centro de la ciudad capital. Este sector está en alerta: la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito resolvió presentar en abril su proyecto para autorizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), cuya redacción final no está concluida pero contendría una versión más dura que la aprobada en junio en Diputados.
El proyecto no difiere del presentado cada año por la ONG, o sea, ignora la mayoría de los retoques realizados en 2018 para lograr una mayoría en la Cámara baja, que luego no fue posible repetir en el Senado.
Sostiene las 14 semanas de gestación como tope para abortar (el Senado había evaluado cambiarla a 12), pero no pena a las mujeres que lo practiquen superado ese período, como lo hacía el dictamen del año pasado.
Además mantiene el polémico artículo que autoriza el aborto a chicas de entre 13 y 16 años por considerar que no es una intervención invasiva, según la definición del Código Civil y Comercial aprobado en 2015. Fue otro fragmento borrado en la negociación del último invierno.
El proyecto tiene dos novedades: incorpora el aborto al programa médico obligatorio (PMO) para exigir a las obras sociales que cubran el tratamiento sin costo, al igual que el sistema de salud pública. Y también agrega artículos de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), dictaminada en septiembre y archivada por gestión de Eduardo Finocchiaro cuando parecía desatar otra disputa entre verdes y celestes, colores característicos de promotores y detractores del aborto que acapararon las calles durante los primeros ocho meses del año pasado.