Una familia uruguaya que hace once años recorre el mundo en un auto llegó hace dos semanas a Santa Rosa y se instaló a vender artesanías en el Parque Don Tomás para poder conseguir dinero y seguir viaje hasta Ushuaia. «No somos turistas, somos una familia que se animó a cumplir su sueño de viajar por el mundo», dijeron a Diario Textual.
La familia está compuesta por Claudio Acevedo Melo (39), de profesión albañil, su compañera Gabriela Santos (43), su hijo Raziel (11) y su perro Timy. Partieron hace once años de Uruguay a bordo de un auto marca Fiat a recorrer lugares. Así, llegaron a Europa y luego volvieron a América Latina a visitar distintos países. Desde hace días están visitando distintas provincias argentinas. Partieron desde La Quiaca y quieren llegar «al fin del mundo», Ushuaia.
«Tomamos la decisión y nos largamos. Raziel tenía 11 meses cuando salimos y hoy tiene once años. Hemos andado por Turquía y diferentes países de Europa y ahora mi señora tenía el deseo de recorrer la Argentina y acá estamos, en La Pampa», cuenta Claudio rodeado de su familia en el playón de estacionamiento del Parque Don Tomás, adonde se instalaron para vender artesanías y conseguir dinero para seguir viaje.
«Yo sé hacer de todo, soy albañil, pero me doy habilidad para todo. Esperamos que la gente nos de una mano comprando alguna artesanía. Sabemos que la situación del país está difícil, pero la solidaridad que nos demuestran nos sorprende día a día», remarcó.
¿Qué los empujó a salir a viajar por el mundo? «Las ganas de recorrer y conocer el mundo. Cuando salís de tu país crees que vas a estar solo, vas a lugares que no conocés, pero te encontrás con un montón de gente que te acompaña y te ayuda en todo. Nunca estás solo, siempre alguien te va a dar una mano», aseguró Claudio.
¿Lo más loco que les pasó? «En Brasil se nos rompió el auto y nos llevaron a tiro 1.400 kilómetros. En total nos ayudaron 30 personas. Pudimos volver a Uruguay para repararlo y pensábamos que no salíamos más, pero pudimos volver a las rutas y acá estamos», dijo.
«Argentina es hermosa. Tiene unos paisajes increíbles y la gente es muy solidaria. Nos dieron una mano en todos lados», rescató. «En Santa Rosa nos dio alojamiento una familia a la que estamos muy agradecidos y nos vamos a quedar una semana más para luego partir hacia el sur», agregó.